El independentismo tiene una nueva diva y no se sienta en su bancada. Se trata de Ángels Martínez Castells (Barcelona, 1948), la diputada de Catalunya Sí que es Pot (CSQP) que rompió esta semana la disciplina de voto del grupo formado por Podemos, ICV-EUiA y Equo para apoyar una polémica enmienda de la CUP a los Presupuestos de 2017. En concreto, la que destina partidas económicas a un "referéndum unilateral". Con esta hazaña, Martínez no sólo se desmarcó de los suyos, que votaron en contra (PP, PSC y Ciudadanos no participaron en la participación), sino que también desafió la legalidad, pues los letrados del Parlament habían advertido de que tal pronunciamiento podría considerarse una desobediencia al Tribunal Constitucional. No le pareció importar a la nueva Romeva del separatismo.
Y es que esta activista de la sanidad y exprofesora de Ciencias Económicas de Universidad de Barcelona, número dos de la lista de Podemos Cataluña, compartió trayectoria política con el actual consejero de Exteriores de la Generalitat. Acompañó en segundo lugar a Raúl Romeva en la candidatura de ICV-EUiA para las elecciones europeas de 2004, pero no resultó elegida. Ahora, tal y como esgrimió su excompañero para dar el salto a Junts Pel Sí (CDC y ERC), Martínez afirma que ha actuado "en conciencia".
Y así, lejos de despejar dudas sobre la posición real en que se encuentra, no ha hecho sino malabarismos dialécticos para tratar de justificar unos razonamientos tan contradictorios como ininteligibles. Las explicaciones que ha dado en una entrevista en el diario El Món hablan por sí solas. Por ejemplo, preguntada sobre si había meditado mucho el voto a favor, señala: "He sido profesora de política económica durante tres décadas, y como economista tengo claro que si se quiere hacer el referéndum, debe haber una partida en los presupuestos, una provisión de fondos, para financiar este referéndum. Si el Govern lo hace acordado, mejor, porque habrá muchas más garantías, pero si el Govern y la mayoría parlamentaria deciden sacarlo adelante, igualmente debes tener una provisión de fondos. He quitado toda la épica a mi decisión, ¿verdad?", ironiza.
Deseo un referéndum acordado, pero si finalmente no es posible, el Govern no puede estar sin dinero para hacerlo"
En otra de las respuestas, Martínez, que militó en EUiA antes de recalar en Podemos, niega que esté alejándose de sus compañeros: "Mi voto no me parece contradictorio con mi apoyo a la enmienda de CSQP para un referéndum acordado. Deseo un referéndum acordado, pero si finalmente no es posible, el Govern no puede estar sin dinero para hacerlo", recalca.
Defensora a ultranza del derecho a decidir, llega a decir en un momento de la entrevista: "Si quien tiene competencias para ello (para celebrar el referéndum unilateral) sigue adelante con las urnas, debe tener los medios para hacerlo en condiciones. Sólo digo que si lo hacen, deben disponer de los medios necesarios, para hacer un referéndum no es barato", añade.
También en otro pasaje, a la pregunta de si "encuentra legítimo un referéndum unilateral agotadas las vías de negociación con Madrid", contesta que "iría a votar". Una respuesta que recuerda al sí-sí por el que optó la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en la consulta independentista del 9-N. "Aunque no soy independentista", dijo entonces la exportavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).
Con "soberanía reconocida"
Ante la insistencia de la entrevistadora sobre qué votaría, la diputada del partido de Pablo Iglesias recurre a la utopía: "Yo soy federalista, y creo que hay que intentar al máximo mantener la unidad con el resto de pueblos del Estado. Es más, estoy casada con un portugués y me encantaría ver una federación de pueblos ibéricos, todos ellos con su soberanía reconocida. Y no es un federalismo leproso".
Esta entelequia la acuñó Francesc Macià (1859-1933), presidente de la Generalitat que proclamó la República catalana dentro de esa federación de pueblos ibéricos. En un homenaje el pasado año, el jefe del Govern, Carles Puigdemont, puso como ejemplo a seguir a este icono del soberanismo para avanzar en el procés hacia una Cataluña independiente. Martínez, como lo ha sido Macià, ya es otro faro para los secesionistas.