La trama Gürtel, como toda (supuesta) organización criminal que se precie, está plagada de motes. Ya sabíamos que Francisco Correa era 'Don Vito', que al ex alcalde de Boadilla del Monte, Arturo García Panero, lo conocían como 'El Albondiguilla'; y que su colega de Majadahonda, Guillermo Ortega, le llamaban o 'Willy' o 'La Rata', según la afinidad del interlocutor. Todo ello sin olvidar el célebre 'Luis el Cabrón' del que Bárcenas rehuye como de la peste. Precisamente, este martes hemos conocido un nuevo alias para el ex tesorero del PP. 'El Alemán'. Lo ha detallado, precisamente, 'Willy', quien ha utilizado el interrogatorio que le ha hecho su abogado para presentarse como uno de los mejores regidores que haya tenido España y, de paso, adjudicarse un tercer mote, 'el niño de las reuniones', por la juventud que comenzó a tener puestos de responsabilidad dentro del partido en Madrid. Ortega también ha aprovechado su intervención para echar la culpa de la recaudación de donativos supuestamente irregular que hacían los 'populares' a Álvaro Lapuerta, el jefe de Bárcenas que ha sido exculpado de la causa por una "demencia sobrevenida". Ya se sabe que siempre viene bien tener a alguien a quien culpar sobre todo cuando la Fiscalía Anticorrupción te pide 50 años y cuatro meses de prisión.
Ortega ha acusado a Lapuerta como la persona de Génova que le llamó para que echara una mano a empresarios que colaboraban "con la casa"
De hecho, Guillermo Ortega ha echado una cable a unos cuantos de sus compañeros de banquillo, entre ellos al recién bautizado como 'El Alemán', con el que aseguró que "nunca, nunca, nunca" habló de nada que no fueran cuestiones internas del partido. De hecho, lo ha definido con un "compañero" en un partido en el que había "generales" y Bárcenas era "un coronel" y él mismo un simple "sargento". En una estructura aparentemente tan militarizada, 'Willy' ha adjudicado las supuestas recomendaciones dirigidas a los ayuntamientos para que se contratara a tal o cuál empresa era asunto de alguien con mayor graduación. En este casa el jefe de Bárcenas, Álvaro Lapuerta. Eso sí, ha negado la existencia de ningún fax con un listado de empresas a favorecer, como había llegado a afirmar hace unos días el delator, José Luis Peñas. Ortega sólo admitió haber recibido una llamada telefónica del entonces tesorero Lapuert, para que "intentara echar una mano " a la constructora Licuas porque "colaboraba con la casa", en referencia a Génova 13. Para reforzar esas palabras, ha destacado que el dueño de esta mercantil, Joaquín Molpéceres, figuraba como 'donante' en los célebres 'papeles de Bárcenas'.
En esta misma línea, también ha detallado dos sucesos con el octogenario ex tesorero del PP que reforzaban la 'culpabilidad' de éste en cualquier irregularidad contable en el partido. En concreto, sus encuentros para llevarle dinero en efectivo de las donaciones que él, como alcalde de Majadahonda, recibía para el PP. El otro, cuando ya había sido obligado a dimitir como regidor por Esperanza Aguirre y Francisco Granados. Según detalló, él estaba comiendo en un restaurante con otro 'damnificado' de las guerras internas del PP cuando vio a Lapuerta acompañado de una diputada regional, Carmen Rodríguez Flores. Esta última se le acercó y le dijo que tanto él como el otro comensal habían sido defenestrado por "idiotas". En concreto, aseguró, porque el dueño de Licuas se había quejado precisamente a Licuas porque el Ayuntamiento de Majadahonda "no le estaba adjudicando ninguna obra" pese a su supuesta generosidad con las finanzas 'populares'.
Patada hacia arriba
Con ello, Guillermo Ortega intentó explicar los motivos de su salida de la alcaldía en febrero de 2005 obligado por la 'lideresa'. De hecho, ha asegurado que además de esa supuesta queja del constructor jugó un papel importante su negativa a aceptar supuestos manejos con unos terrenos municipales. En esta línea, ha añadido que si también le acusaron de irregularidades en la creación del servicio de la Oficina de Atención al Cliente de la localidad fue, simplemente, una excusa para 'vestir' que le estaban cortando ante la cabeza.... políticamente hablando. Una 'decapitación' que, aseguró, recibió casi como una bendición. Así, ha recordado que entonces espetó a Aguirre y a Granados que no tenía la cabeza para "más ruido". "Me voy porque no os aguanto más, sois insoportables", dijo antes de recordar que, curiosamente, le dieron una patada hacia arriba y le nombraron alto cargo de una empresa pública con mucho mejor sueldo que el de alcalde.
'Willy' ha asegurado que abrió cuentas en Suiza a nombre de empresas para que sus tres hijos pudieran estudiar en el futuro en el país centroeuropeo
El resto de su declaración se ha centrado en autoexculparse de las graves acusaciones por las que le piden medio siglo de cárcel. Él nunca dio 'a dedo' un contrato público porque era "casi imposible"; nunca recibió regalos de Correa salvo "algún reloj"; y, por supuesto, no sabe nada de la contabilidad secreta de 'Don Vito' en la que aparecía una cuenta a nombre de 'Willy', su alias. De hecho, se ha presentado como el regidor que puso al Ayuntamiento de Majadahonda dentro de la modernidad y que metió en vereda un consistorio que parecía más el camarote de los Hermanos Marx. Cuando le han preguntado por qué tenía cuentas en Suiza a nombre de empresas, 'Willy' se ha escudado en el deseo de que sus tres hijos pudieran estudiar en el país centroeuropeo, lo que le obligaba a tener un depósito bancario allí. Palabra del 'niño de las reuniones'. A partir del 16 de enero, cuando se reanuda el juicio, le tocará el turno de hablar a su "compañero" Luis Bárcenas 'El Alemán'.