La pintura de un piso de alquiler es un tema que siempre genera controversia entre inquilinos y caseros. Cuando los inquilinos visitan un inmueble siempre suelen lanzar esta pregunta: "¿Vais a pintar el piso?". La ley no regula el tema de la pintura de un piso de alquiler, por ello es muy importante conocer en qué momento de se encuentra la relación entre inquilino y casero, saber si es al inicio, durante o al final de contrato.
Pactarlo al comienzo del alquiler
Que todo quede por escrito es importante. Siempre que se inicie una nueva relación contractual, ambas partes pueden pactar que el piso se entregue recién pintado. En el caso de que el piso se tenga que pintar durante la duración del contrato, el inquilino tendrá que hacerse cargo siempre que los desperfectos en la pintura del inmueble hayan sido ocasionados por un uso inadecuado del mismo. Por contra, si la pintura se debe a motivos de conservación de la vivienda y por el propio desgaste, será el propietario el que pagará la pintura.
Hay inquilinos que deciden cambiar los colores
Hay inquilinos que por iniciativa propia deciden pintar las paredes de su casa de alquiler de otro color. Esto no se puede hacer son el permiso del propietario y además el inquilino tendrá que volver a pintar las paredes con el color original que tenían en su momento si decide saltarse el "ok" del propietario.
Al finalizar el contrato es importante que el inquilino dejé la casa en perfecto estado y tal como se entregó. Por condiciones de higiene siempre es recomendable que un piso de alquiler se entregue recién pintado para asegurar el bienestar de los inquilinos.