La temperatura y las horas de sol al año son dos de las condiciones que hacen de España un país de terraza, aperitivo con los amigos y, cómo no, de cervecita. De hecho, nunca antes habíamos sido tan cerveceros como ahora.. El INE calcula que cada uno de nosotros se toma unos 22 litros al año, es decir, unas 110 cañas. ¿Les parece poco? El Informe Socioeconómico del Sector de la Cerveza eleva esa cantidad hasta los 47,1 litros por persona, a partir de la suma de la producción, las importaciones y la resta de las exportaciones. En 2015, las ventas de cerveza aumentaron un 3,1% con respecto al año anterior. Y desde Cerveceros de España están convencidos de que el consumo seguirá creciendo.
“El consumo de cerveza en la hostelería es un indicador muy fiable de la situación económica de nuestro país”, cuenta su presidente Jacobo Olalla en una entrevista para Vozpópuli. “La gente no deja de beber cerveza por la situación económica, pero quizá salga menos a tomarla a bares y restaurantes”. De hecho, si nos basamos en la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE, observamos cómo el gasto en cerveza se mantiene estable, o incluso llega a incrementarse, durante la crisis económica. Igual ocurre con el vino: en 2015 los españoles declararon beber unos 11 litros al año, es decir, casi 15 botellas.
En 2006, el 73% del consumo de cerveza se produjo en el sector hostelero y el 27% restante en los hogares. Un tiempo después, en 2013, el peso de la ingesta en casa representó el 38%, la cifra más alta de la última década. Sin embargo, desde entonces, hemos dejado de tomarla tanto en casa para volver a salir al bar. El año pasado, el 64% del consumo fue en hostelería, aunque sigue lejos de las cifras anteriores a la crisis económica.
“La cerveza es fundamental en la hostelería, pero también en el conjunto de la economía de España porque por cada litro, el Estado recauda 32 céntimos”
Para este 2016, estiman que las ventas habrán crecido un 4% más con respecto a 2015 y esperan llegar al nivel previo a la crisis a finales de 2017. “La cerveza es fundamental en la hostelería, pero también en el conjunto de la economía de España porque por cada litro, el Estado recauda 32 céntimos” y el año pasado se bebieron 37,3 millones de hectolitros. Por eso, para el año que viene esperan “seguir manteniendo la estabilidad fiscal”. “Es fundamental conservar el IVA reducido en hostelería y consideraríamos un disparate la propuesta del FMI”, recalca Olalla.
De industrial a artesanal
Uno de los datos más significativos del consumo de cerveza en España es que el 90% de lo que se bebe se produce aquí. Los cerveceros estamos acostumbrados a nuestras marcas y, con el paso del tiempo, hemos ido especializando nuestro paladar. Esa especialización ha contribuido a que el mercado de la cerveza artesanal crezca como la espuma. Pero ¿qué es exactamente artesanal? “Las dos son cerveza”, asegura Olalla, “pero en unos casos el factor mecánico prevalece sobre el manual. La cerveza artesanal tiene una producción más limitada y no se hacen grandes series”.
En ese impás entre la producción reducida y el embotellamiento a gran escala están los creadores de Cervezas La Virgen. Empezaron cuatro personas en 2011, después de empaparse en San Francisco de la cultura artesanal de esta bebida de malta. Hoy representan una de las marcas más conocidas de España. Han cambiado de fábrica y trabajan con ellos más de 50 personas.
Javier Muñoz, uno de los socios, cree que “la palabra artesana no se refiere tanto a la cantidad como a la calidad”. Por eso, aunque hayan duplicado la producción con respecto al año pasado, tratan de “respetar la calidad”. En 2015 vendieron 250.000 litros entre botellas y barriles. Este año producirán unos 500.000 y, en 2017, quieren doblar de nuevo esa cifra para alcanzar el millón de litros.
Muñoz desgrana tres claves del “éxito” de La Virgen. Una de ellas es que trabajan “muy centrados en Madrid”. “Somos muy locales, tenemos más de 800 puntos de venta en hostelería” en la Comunidad --señala-- y la marca ya se encuentra en lineales de grandes superficies.
Durante todo el año comercializan tres variedades (Larger, Jamonera y 360), pero para animar las ventas sacan ediciones estacionales que se limitan en el tiempo. Es el caso de la Veraniega, Negra y Castañas. Esa innovación y el trabajo de márquetin son las otras claves de su crecimiento comercial, según explica a Vozpópuli.
Cerveza ultralocal
Muy lejos de producir esas cifras está Alfredo Mira, un aficionado a la cerveza que empezó preparándola en casa para su consumo particular y acabó comercializándola por el empuje de sus amigos. Ahora vende algo más de 5.000 botellas al año de Munobeer, que pretende ser únicamente "un producto de cercanía para tiendas de barrio y pequeños establecimientos". El propio nombre es un juego de palabras con cerveza en inglés y el municipio donde se creó: Monòver (Alicante).
“La cerveza artesanal tiene un proceso de elaboración muy largo y el precio se ve afectado en eso”
Su objetivo, por el momento, es vender siempre a nivel local. La mayor dificultad que ha encontrado es ser competitivo con los costes. “La cerveza artesanal tiene un proceso de elaboración muy largo y el precio se ve afectado en eso”, cuenta Mira. Como punto a favor destaca la diferencia en el sabor con respecto a las de fabricación industrial. “Los tiempos de fermentación son distintos y la graduación suele ser más alta, por lo que son cervezas para consumir de otra manera” más pausada.
Beber y aprender
La afición de Alfredo no es única. En España la Asociación de Cerveceros Caseros cuenta con más de 700 socios. Producen cerveza en sus propias casas para su consumo particular. Su presidente, Pablo Morillo destaca que se inscriben para “contribuir a la difusión de la cultura cervecera”. “La gente necesita aprender y educar su paladar; cuando vas a un bar sabes más, te preocupas por conocer y exiges más calidad”, asegura. Y es que la difusión de la cultura cervecera está en auge, así como su consumo y producción ya sea industrial, artesanal o casera. Esta asociación, por ejemplo, suma más de 100 socios nuevos cada año.