La Comunidad de Madrid protegerá el sótano del Taller de Precisión de Artillería, situado en la calle Fernández Villaverde, después de que la Asociación Ciudadanía y Patrimonio “descubriera” en las instalaciones del viejo cuartel un posible refugio de la Guerra Civil española.
El Ministerio de Defensa vendió en 2014 a la cooperativa Residencial Maravillas, formada por 335 familias, el complejo del viejo cuartel por 111 millones de euros. Cuando la burocracia urbanística ya estaba en marcha llegó al poder Ahora Madrid.
Seis concejales de Ahora Madrid y el PSOE se opusieron al plan parcial, que finalmente fue aprobado con los votos del resto de ediles de Manuela Carmena, el PP y Ciudadanos. Comenzaron las obras de derribo, pero Ecologistas en Acción logró que se paralizan alegando cuestiones urbanísticas. Finalmente la justicia permitió que continuara la demolición tras comprobar que el proyecto cumplía la legalidad.
La Asociación Ciudadanía y Patrimonio (MCyP) dio a conocer entonces la posible existencia de un refugio antiaéreo en los sótanos del cuartel. La dirección general de Patrimonio decidió que podían continuar las obras en todo el perímetro, excepto en la zona donde estaba el supuesto refugio. Esta asociación explicó que el refugio tenía una planta similar a la que otras instalaciones de la ciudad, como el bunker del Capricho, en el parque del mismo nombre.
Los técnicos han trabajado desde el mes de noviembre para buscar referencias históricas de esta zona subterránea. No las han encontrado. Pero la Comunidad de Madrid ha decidido proteger este espacio y que la empresa constructora no toque el sótano. Los técnicos continuarán buscando pruebas documentales que certifiquen que se trata de restos de la guerra que afectó a Madrid del año 36 al 39.
La cooperativa perderá unas cuantas plantas de aparcamiento, pero podrá continuar con el derribo y la construcción de los nuevos pisos. MCyP quería que en esa zona, incluidos los edificios del viejo cuartel, se construyera un centro cultural similar al de Matadero que pudiera ser utilizado por los vecinos del barrio.
La decisión de Patrimonio permite cumplir la Ley que exige protección de los restos de la Guerra Civil. El Gobierno regional cree que el complejo urbanístico podrá continuar levantándose, a la vez que se protege el supuesto refugio. El sótano quedará segregado del complejo e incluso si se comprueba que se trata de un resto de la guerra se podrá visitar como ocurre hoy con el bunker ‘E Capricho’.
