"Iñigo no está por la labor de dar el paso". Así resume una fuente próxima al presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, consultada por Vozpópuli, la posición reacia del exministro de Fomento Iñigo de la Serna a encabezar la lista por Cantabria en las próximas elecciones autonómicas, a celebrar en mayo de 2023 junto a los comicios municipales.
Diversas fuentes consultadas, cercanas a la dirección nacional, coinciden en que la buena posición de que goza De la Serna en la empresa privada, que compagina con un cargo de secretario en el Comité Electoral de Génova, no le mueven por el momento a volver a la política activa en el plano autonómico.
Cabe recordar que en septiembre de 2018 De la Serna 'fichó' como socio por la la misma empresa cazatalentos donde recaló la expresidenta de Madrid Esperanza Aguirre cuando dejó la política. Se trata de la firma Seeliger y Conde, dedicada a captar a figuras relevantes para las principales compañías del Ibex 35.
Hasta ahí las razones de peso que el también exalcalde de Santander le habría trasladado a Feijóo, después de comunicarle éste una propuesta para ser la imagen presidencial del partido frente a un Miguel Ángel Revilla cuya decisión sobre presentarse, de nuevo, no está aún tomada. De hecho, el presidente de Cantabria aseguró el pasado 5 de septiembre que desvelaría su futuro político durante "la primera quincena de octubre".
Tanto en Génova como en el PP de Cantabria esperan expectantes la decisión final que adopte el populista político cántabro que preside actualmente esta comunidad autónoma. Las fuentes citadas coinciden también en que el escenario que afrontarían los populares, así como sus expectativas de ser primera fuerza, cambiarían radicalmente (para bien) si Revilla abandonara la vida pública.
Aunque las razones de peso alegadas por De la Serna para declinar, por el momento, el ofrecimiento de Feijóo son las ya expuestas (no abandonar la empresa privada), Vozpópuli ya informó acerca del reto de gobernar que se le planteaba al ex ministro en caso de enfrentarse a Revilla. En el seno del PP dan por hecho que el dirigente del Partido Regionalista de Cantabria (PRC) se aliaría siempre con el PSOE, su socio actual, para arrebatarle al PP la comunidad autónoma. Siempre en caso de no obtener mayoría absoluta los conservadores, algo que, reconocen, "es muy difícil".
Más allá de sus intereses por permanecer en la vida privada, si De la Serna fracasara a la hora de presidir Cantabria se quedaría en la oposición y su carrera política podría tocar a su fin. Sin embargo, admiten los consultados, todo puede dar "un giro de 180 grados" si, finalmente, Revilla tira la toalla y cede el testigo a alguno de los desconocidos cargos de su partido, una formación completamente personalista que gira en torno al arbitrio del conocido personaje televisivo.
Mientras De la Serna deshoja la margarita, quien sí tiene claro que quiere ser la candidata a la presidencia de Cantabria es la actual presidenta del PP cántabro, María José Sáenz de Buruaga. Es ella quien también aspira a presidir de nuevo esta organización política regional, cuando se celebre su congreso en octubre.
En sucesivas entrevistas Buruaga viene insistiendo en que "lo lógico"–para ella– sería que "quien presida el partido sea también el candidato" a la presidencia de Cantabria. Ella ya lo fue en las últimas elecciones de 2019 y cosechó un sonado fracaso. No era Buruaga la primera opción del entonces presidente nacional del PP, Pablo Casado. El político palentino y su entonces secretario general, Teodoro García Egea, dieron un golpe de mano en el PP de Cantabria. Situaron a la atleta Ruth Beitia como cabeza de lista. Sin embargo, la deportista renunció por motivos personales a los poco días de ser presentada. Su lugar lo ocupó entonces Buruaga.
El escenario soñado por Feijóo en Asturias: Absorber a Ciudadanos y al partido de Cascos
Mientras en Cantabria todo sigue abierto a la espera de designar un candidato a la presidencia de la autonomía en Asturias, comunidad limítrofe, el escenario soñado allí por Feijóo sería poder absorber en el PP a lo que queda de Ciudadanos en el Principado, así como a Foro Asturias, el partido que fundara el exalto cargo popular y ministerial Francisco Álvarez Cascos. No obstante, el PP astuariano se ha convertido en un auténtico polvorín en torno a su líder, Teresa Mallada, muy cuestionada a falta del congreso regional que aún debe celebrarse,
El principal obstáculo con el que se encuentra Génova ahora mismo para cerrar algo con Foro Asturias es, precisamente, el rechazo de su cúpula a cualquiera de los acercamientos que cargos nacionales como Miguel Tellado han tenido con Cascos. Y es que la citada formación regionalista está inmersa en pleitos contra su fundador, a quien acusan de presunta malversación de fondos públicos, por haber pagado gastos personales con dinero que correspondería a la financiación del partido.
Pero lo que estaría buscando Génova, más allá de la fusión con Foro, sería el apoyo público de Cascos a una candidatura alternativa a Mallada, promovida por el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, en la figura del actual secretario general del PP asturiano, Álvaro Queipo (enfrentado a Mallada) que también se ha reunido con el expresidente del Principado recientemente este verano.
Las fuentes consultadas reconocen el "gota a gota" de militantes y cargos de Cs Asturias que van recalando o aspiran a desembarcar en el PP asturiano, lugar del que salieron. La mayoría de quienes entraron a formar parte del partido naranja en el Principado venían de las filas populares. Ahora ven que su futuro político sólo puede pasar por la vuelta a la llamada 'casa común' del centro derecha asturiano.
La fusión con Cs o, en el mejor de los casos para Génova su absorción, se observa más factible desde Madrid que acabar con las siglas de Foro Asturias para integrarlo en el PP. "Siempre habrá alguien en ese partido, o próximo a él que quiera conservar las siglas y presentarse con ellas", explica un cargo popular a la hora de establecer una comparación con el Centro Democrático y Social (CDS) de Adolfo Suárez. El gran mérito de Aznar fue absorberlo en el PP y reunificar el centro derecha nacional. Algo que no impidió que personajes como el exbanquero Mario Conde se presentaran a unas generales con la marca CDS.
