El pasado mes de abril, el Boletín Oficial del Estado hacía públicas las nuevas medidas que comunidades de vecinos y edificios de toda España tendrían que tomar en apenas unos meses: se verían afectados entre el 35% y el 40% de los ascensores de toda España. Ahora ya es una realidad.
Hoy entra en vigor la norma, y los afectados deben ponerse en marcha para cumplir la normativa. Pero, ¿quiénes se ven afectados? Según la Federación Empresarial Española de Ascensores (Feeda), el pasado 2023 había 1.180.000 elevadores en España, de los que se estima que entre un tres o cuatro de cada diez estarán afectados.
¿Debo reformar mi ascensor?
No todos los ascensores se verán afectados. Para saber si tu comunidad o edificio deberá hacer una revisión y reforma del elevador, es necesario saber los requisitos que pide la normativa.
- Nivelación para limitar el desnivel entre el interior del mismo y la parte exterior.
- Detección en puertas para evitar atrapamientos por las puertas de cabina.
- Sistema de comunicación bidireccional para la comunicación con el exterior.
¿Cuánto tiempo hay para hacer las modificaciones?
La implantación de este tipo de sistema de transporte vertical ha crecido en los últimos años debido al aumento del trabajo por la accesibilidad para todos y a la creciente necesidad. España es un país envejecido: según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la proporción de mayores de 80 años casi se duplicó entre 2001 y 2020. Por todo ello, los ascensores son más que necesarios en España, tanto es así que es el país europeo con más ascensores instalados por habitante y uno de los primeros del mundo.
La falta del elevador pone en riesgo de exclusión a personas con movilidad reducida y personas de edad avanzada. Así, la normativa indica que, a partir de hoy, los afectados dispondrán de un total de 7 años para hacer las revisiones y modificaciones pertinentes.
Costes de la nueva medida
El arco de precios es amplio: los costes pueden oscilar entre los 800 euros y los 30.000, en función de los cambios necesarios. El contrapeso -necesario para evitar el desnivel del propio ascensor a su entrada- es la modificación más cara. Así, la medida afectará sobre todo a los ascensores más antiguos: se calcula que alrededor de unos 400.000 de los elevadores en servicio en España tienen más de 30 años.
