Una frutería de Hospitalet de Llobregat (Barcelona) estafó un total 26.000 euros a un nonagenario a lo largo de todo un año. Los dueños del local se aprovecharon de los problemas de visión del anciano para añadir un cero en el datáfono a la factura de este cliente, que siempre pagaba con tarjeta, cada vez que acudía a comprar fruta.
El engaño fue descubierto por la hija de la víctima cuando la tarjeta de su padre se quedó sin fondos, según informa este miércoles Antena 3. Tras esto, fueron al banco y allí fue donde se dieron cuenta de lo que sucedía.
Los propietarios de la frutería, que ya no regentan el establecimiento, sólo les han devuelto 8.000 euros. El caso está ahora pendiente de un juicio que se celebrará en abril.