Cuando surge un problema en una vivienda alquilada, como una humedad, es común preguntarse quién debe hacerse cargo de la reparación: ¿el propietario o el inquilino? La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) establece las obligaciones de cada parte en este aspecto.
La responsabilidad de las reparaciones en un alquiler
Cuando formamos parte de un alquiler, ya sea como arrendador o como arrendatario, siempres surgen pequeñas dudas o miedos sobre qué pasa si algo se rompe, se estropea o surge cualquier desperfecto. Para ello, la Ley de Arrendamientos Urbanos, como decimos, tiene la respuesta.
Obligaciones del arrendador
El artículo 21.1 de la LAU indica que el propietario está obligado a realizar todas las reparaciones necesarias para que la vivienda se mantenga en condiciones de habitabilidad, permitiendo al inquilino disfrutar del uso convenido durante el tiempo del contrato. Esto incluye, por ejemplo, reparaciones en la estructura del edificio, en las instalaciones de fontanería o electricidad, o en elementos como puertas y ventanas.
En el caso de una humedad, si esta se produce por un problema en las tuberías o en la estructura del edificio, la responsabilidad de la reparación recae sobre el propietario. Incluso si el problema se origina en otra vivienda, como en el caso del ejemplo de la consulta, el propietario debe reclamar los daños al causante y encargarse de la reparación para minimizar las molestias al inquilino.
Obligaciones del arrendatario
El inquilino, por su parte, solo está obligado a realizar las reparaciones derivadas del desgaste por el uso ordinario de la vivienda. Esto significa que si la humedad aparece por un mal uso de la vivienda por parte del inquilino, como no ventilar adecuadamente o no limpiar los desagües, este deberá asumir el coste de la reparación.
En resumen, el propietario debe encargarse de las reparaciones que afecten a la habitabilidad de la vivienda, incluyendo las humedades causadas por problemas en la estructura o instalaciones del edificio. Por su parte, el inquilino solo es responsable de las reparaciones debidas al desgaste por el uso normal de la vivienda. Por ello, es importante que tanto propietarios como inquilinos conozcan sus derechos y obligaciones en este ámbito para evitar conflictos y garantizar una buena convivencia durante el periodo de alquiler.
