El grupo afín al líder de Podemos, Pablo Iglesias, está dejando ver en las últimas semanas repetidos signos de no tener bajo control la próxima Asamblea estatal, prevista del 10 al 12 de febrero, mientras los errejonistas siguen ganando terreno. Una situación muy diferente a cómo se afrontó la cita fundacional de Vistalegre I en octubre de 2014, cuando los únicos que estaban al otro del sector oficialista eran los anticapitalistas y el hoy secretario de Organización de Organización, Pablo Echenique.
El equilibrio de fuerzas cambió tras la fallida negociación con el PSOE de hace un año y los leales al 'número dos' del partido, Íñigo Errejón, han ido cobrando protagonismo autónomo reivindicando "un Podemos más amable" para el futuro. Si bien la pírrica victoria de los pablistas en la consulta a las bases sobre las reglas de Vistalegre II evidenció que la distancia entre éstos y los errejonistas es muy estrecha, ciertos gestos de Iglesias y su equipo revelan el temor del líder de Podemos a ser noqueado por Errejón en dicho cónclave. Vozpópuli enumera aquí tales casos.
1. La creación del 'Colectivo Mayo-2011'. La última iniciativa de los pablistas para acercar posturas con los errejonistas ha sido la apertura de un "espacio de debate bautizado como Colectivo Mayo-2011. Este martes lo presentaron Carolina Bescansa y Nacho Álvarez a través de un artículo publicado en el diario infolibre.es con el título Pensando Vistalegre. "Queremos oxigenar el debate y colaborar en que la próxima Asamblea no nos aboque a un choque de trenes, innecesariamente desgarrador, sin que eso signifique fundar una nueva familia", señala el texto.
Además, recalca que tal espacio se disolverá tras Vistalegre II cuando se haya elegido la nueva hoja de ruta. Bescansa ha apoyado expresamente a Iglesias en su apuesta 'Podemos para Todas', mientras que Álvarez, si bien se le ha considerado cercano a Errejón, ha tratado de mantenido en todo este tiempo una posición más o menos neutra. La socióloga también es la persona que suena como posible sustituta de Errejón en el partido (como 'número dos') y en la portavocía parlamentaria del Congreso.
Pobre acogida
Tal iniciativa registró este martes una pobre acogida por parte de los errejonistas. Más bien dieron de lado al texto, en lugar de difundirlo entre las bases a través de sus canales habituales en las redes sociales. Algo que sí hicieron destacados pablistas como Julio Revuela, líder de Podemos en Cantabria, o los diputados Sofía Castañón y Txema Guijarro.
2. Montero ya no descarta una derrota de Iglesias. Una de las principales colaboradoras de Pablo Iglesias, su jefa de gabinete, Irene Montero, hizo una sorprendente declaración en el Programa de Ana Rosa (Telecinco) el pasado lunes. Pese a que Errejón ha dicho que no está en sus planes disputar el liderazgo a Iglesias en Vistalegre II y que sólo defenderá un nueva estrategia política, más aperturistas, y otro modelo organizativo, la portavoz adjunta en el Congreso afirmó lo siguiente: "Pablo e Íñigo llevan hablando todo este tiempo y Pablo tiene el compromiso de buscar la unidad a toda costa. Si no se consigue, tendrán que ser los inscritos en el partido los que decidan quién tiene que liderar Podemos y si fuese Íñigo, Pablo estaría a su lado".
3. La carta pidiendo perdón a la militancia. Esta iniciativa de Iglesias, tras la ofensiva de los suyos contra Errejón en Twitter el día de Nochebuena, también da muestra de un nerviosismo en el líder de Podemos, receloso de que las bases pudieran haber interpretado que los pablistas fueron demasiado lejos. A raíz de la destitución del errejonista José Manuel López como portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, los afines a Iglesias cargaron contra el secretario Político de manera orquestada en dicha red social mediante el uso del hashtag #ÍñigoAsíNo.
4. La negociación a solas en el despacho de Iglesias. Este gesto del líder de Podemos, encerrándose con Errejón en la tercera planta de Princesa 2, mientras en Consejo Ciudadano estatal permanecía reunido cuatro plantas más arriba, es considerado el primer gran síntoma de debilidad de Iglesias. El secretario general llegó a esa cita clave sin una postura consensuada con el portavoz parlamentario y ambos tuvieron que verse en solitario durante casi dos horas para llegar a un acuerdo de mínimos, al margen del resto de consejeros.
Al margen de IU
A Iglesias se le hace muy difícil negociar con Errejón y así está quedando reflejado también ahora, con ambos dirigentes intercambiando posiciones casi a diario para no llegar a Vistalegre II en candidaturas separadas. Tienen de plazo hasta el día 1 de febrero para alcanzar un acuerdo. Los errejonistas ya han dejado claro que no quieren puestos relevantes ni secretarías importantes, sino que condicionarán cualquier entendimiento a un pacto previo sobre el nuevo rumbo político de Podemos, que, a su juicio, deber ser de construcción de una mayoría popular y alejado de IU.