El presunto asesino de Juan Trujillos en la localidad granadína de Íllora ya ha pasado su primera noche en prisión. El pueblo, que tuvo que suspender sus fiestas patronales, ha recuperado la calma mientras la Guardia Civil sigue con la investigación para determinar si hubo más personas implicadas en la agresión mortal, según han informado a Vozpópuli fuentes cercanas al caso.
Los agentes encargados de las pesquisas tratan de hacer una fotografía exacta de lo que ocurrió esa noche cerca del recinto ferial. Lo que sí parece claro es que el grupo de amigos de Juan y el presunto homicida mantuvieron una discusión por una copa. Esa pelea multitudinaria en el recinto ferial ocasionó varios heridos.
La víctima huyó de la zona, en torno a las siete de la mañana, pero se encontró con su agresor en la confluencia de las calles Diego de Siloé y Jardines. Recibió un golpe en la cabeza, cayó al suelo y se dio contra el bordillo, lo que le ocasionó la muerte. También se investiga si fue pateado mientras permanecía inconsciente.
La Guardia Civil busca más datos de ese preciso momento para aclarar si el presunto agresor estaba solo o acompañado. Los testigos manifestaron en un primer momento que el supuesto responsable tenía la compañía de más amigos.
Sin embargo, Pedro Jiménez, hermano del joven detenido, atribuyó lo ocurrido a un accidente y aseguró que, cuando su familiar se ausentó del lugar de la agresión, desconocía que la víctima hubiera fallecido. "Yo no estaba presente cuando pasó eso, solo estaba mi hermano", señaló en los juzgados. "Si fuera un asesino, le hubiera pegado un tiro o una puñalada pero si se cae al suelo no es un asesino, él no quería matar a nadie", afirmó.
Versiones contradictorias
Esta versión de lo sucedido contrasta con las declaraciones de las personas que presenciaron parte de la agresión de Íllora. Dijeron que vieron a dos personas huir del lugar. El presunto asesino, de 23 años, se entregó en la Comandancia de la Guardia Civil de Granada el pasado martes al mediodía tras ser buscado por los cuerpos y fuerzas de seguridad. Aún se desconoce su recorrido desde que abandonó Íllora. En ese momento las autoridades intentaban localizar a dos personas.
Este jueves el supuesto responsable se acogió a su derecho a no declarar ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Loja (Granada). La juez, que también recogió los testimonos de otras personas, ordenó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del arrestado, al que se le atribuye un presunto delito de homicidio de Íllora.
Una vez anunciada su decisión el caso ahora pasará finalmente al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Loja. Mientras la localidad de Íllora, de poco más de 10.000 habitantes, recupera la calma tras una semana de tensión.
Por la muerte de Juan, el Ayuntamiento decidió suspender las fiestas patronales y decretó tres días de luto. Después de una concentración vecinal la tarde del lunes, un día después del homicidio, se produjeron diversos altercados. Fueron asaltadas viviendas de la familia del presunto autor del asesinato y también dañaron vehículos de sus propiedades.
Denuncias de asociaciones del pueblo gitano
Esa situación de tensión provocó que la familia se marchara del pueblo. Un día después se entregó el presunto responsable lo que hizo que se calmaran las aguas. El miércoles fue enterrado Juan en una emotiva y desgarradora despedida que reunió a centenares de vecinos y amigos.
Por otra parte, la Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas Universitarias (Fakali) condenó el homicidio y transmitió sus condolencias a la familia de Juan. "Frente a los altercados sucedidos en la localidad llamamos a la calma y el civismo. Nadie puede tomarse la justicia por su mano y nadie debe condenar a personas inocentes", afirmaron.
Una denuncia que va en la misma línea de otras asociaciones en representación del pueblo gitano que presentaron denuncias por estos asaltos. La Guardia Civil también identificó a sus posibles autores.
