Un representante del Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte ha definido el asalto a la Embajada de Corea del Norte en Madrid el pasado 22 de febrero como un "grave ataque terrorista".
Asimismo, ha advertido de que Corea del Norte está investigando si el FBI y otros grupos están detrás de este asalto. "Una intrusión ilegal de este tipo es una violación grave de la soberanía del Estado y del derecho internacional. Este tipo de acto no tiene que ser tolerado", ha añadido.
Sin embargo, Corea del Norte no ha llegado a culpar directamente a Washington por este asalto. Por otra parte, ha pedido a las autoridades españolas que realicen la investigación de una manera "responsable".
Este miércoles, el grupo disidente norcoreano autodenominado Cheollima Civil Defense (CCD) reivindicó a través de un comunicado difundido por Internet el asalto a la Embajada de Corea del Norte en Madrid. Sin embargo, negó que se tratara de "un ataque" ni que hubiera "otros gobiernos" implicados.
"Nadie fue amordazado"
En un escrito publicado en la red bajo el título 'Información sobre Madrid', y fechado el 26 de marzo, Cheollima Civil Defense ha asegurado que el asalto respondió a "una situación urgente" en la Embajada, a la que fueron invitados, y ha subrayado que en el transcurso de esta acción "nadie fue amordazado o golpeado" y que los funcionarios fueron tratados "con dignidad" y con el necesario "cuidado".
Asimismo, el grupo disidente ha defendido que no se utilizaron "armas" por respeto a España y, en este sentido, se ha disculpado con las autoridades españolas por cualquier "inconveniente" causado al haberse visto atrapadas en medio de una situación "difícil". El auto del juez De la Mata contradice esta versión.
Estados Unidos se ha desvinculado de este asalto y ha subrayado que el Gobierno de Donald Trump "no tuvo nada que ver con esto".