El cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero compareció durante algo más de media hora ante el juez que investiga la financiación del partido Morado. En su caso acudió como imputado por una presunta factura falsa creada ad hoc para justificar un pago de 26.000 euros de la consultora mexicana que los investigadores sospechan que pudo ser una comisión. Según el vídeo de la declaración a la que ha tenido acceso íntegro Vozpópuli, Monedero negó ser un comisionista y redujo todo a un error a la hora de rellenar el documento: “Seguramente no pueda dar clases sobre cómo hacer una factura”.
En sus explicaciones, el exdirigente de la formación basó su descargo en que él ya se puso en contacto con Neurona para formalizar el pago a cambio de haber prestado labores de consultoría presencial durante 300 horas en países de Latinoamérica. En ese sentido, negó que fuese una factura creada ad hoc después de que su banco le pidiese justificar el cobro de ese dinero. “¿Entonces reconoce que está mal redactada o mal hecha?”, le cuestionó el magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid, Juan José Escalonilla. “Claro, sí, sí”, replicó Monedero.
El cofundador de Podemos sostuvo que se confundió al invertir en la factura el orden entre el emisor del dinero y el receptor, pero destacó que la cuenta bancaria que aparece para ingresar el dinero es la suya. Detalló que usó un formulario de factura que ha usado en otras ocasiones y que la hizo un domingo en su casa. También hay un “error” con la fecha del documento, puesto que figura el 2018 cuando debería aparecer el 2019. En su alocución, prestada el pasado 15 de marzo deslizó una crítica a los defraudadores fiscales hasta que le cortó el magistrado.
Trabajos de fuera los ingreso en mi país y los declaro en mi país a diferencia de otras realidades que me parecen menos virtuosas, que se van los dineros fuera
“En el plazo correspondiente lo declaro a la Agencia Tributaria (los 26.200 euros) lo cual también creo que es lo correcto: trabajos de fuera que los ingreso en mi país y los declaro en mi país a diferencia de otras realidades que me parecen menos virtuosas, que se van los dineros fuera, yo lo declaro en mi país”, dijo ante lo que terció el juez Escalonilla: “Bueno, venga”. A la hora explicar qué tipo de servicios prestó para la consultora Neurona aseguró que su mera presencia entre los colaboradores ya prestigia a la empresa. “Humildemente, tengo un currículum poderoso”.
Menciones a Ciudadanos
Tal y como ya avanzó Vozpópuli sobre su declaración, aludió en varias ocasiones a Ciudadanos. En primer lugar para ilustrar esa estrategia de fichar a colaboradores de prestigio usando como ejemplo a la contratación de Albert Rivera por un despacho de abogados. La segunda alusión al partido naranja tuvo que ver con la moción de censura fallida de Murcia. Monedero recurrió a ese acontecimiento para poner en valor el trabajo de los consultores políticos: “El trabajo de consultoría muchas veces es decir el tornillo que hay que apretar”.
“Si a mí me hubiera llamado Inés Arrimadas para preguntarme cuál era mi opinión sobre una moción de censura en Murcia, le hubiese dicho: cuidado porque en Madrid tuvimos un tamayazo, no hay garantías de que puedas tener el voto seguro de tus militantes. Además, puedes desatar una histeria colectiva que desemboque en unas elecciones anticipadas en Madrid , que no es bueno para el país”, expuso el exdirigente. En este caso no fue interrumpido por el juez. Con el tamayazo se refiere al modo en el que Esperanza Aguirre se hizo con la Presidencia de la Comunidad de Madrid en 2003, gracias que dos diputados del PSOE se abstuvieron en la votación en la que iba a ser investido un presidente socialista.
En otra fase del interrogatorio, Escalonilla se interesó por su relación con el responsable de Neurona, César Hernández Paredes. Monedero lo enmarcó en una relación “profesional” antes de poner en valor que esta empresa es de las pocas del sector que solo trabaja para partidos de ideología progresista. En cualquier caso, negó haber mediado entre Neurona y Podemos para que el partido morado le pagase 363.000 por trabajos electorales en la campaña electoral de abril de 2019. Las dudas acerca de si esos trabajos llegaron a prestarse o no forman la columna vertebral de la investigación que se sigue en el Juzgado.
Monedero se negó a contestar a las acusaciones populares que ejercen VOX, Prolege o el Movimiento por la Regeneración Política de España. Tampoco quiso hacerlo a la acusación particular que ejerce una exsenadora de Podemos. Tan solo accedió a responder al juez, a la Fiscalía y a su propio letrado. El ministerio público se interesó sobre sus contactos con César Hernández: “¿Ha hablado con él sobre la que se está montando en España?”.
Monedero dijo que sí, pero lo enmarcó en su preocupación por el hecho de que el lawfare (la forma con la que describe una presunta persecución judicial a Podemos en los tribunales) haya llegado a España exportado por EE.UU. “Antes exportaba golpes de Estado fortísimos y ahora exporta blandos”, declaró.