Los "indicios relevantes" de delito de Oltra torpedean los planes de Yolanda Díaz

La vicepresidenta de la Comunidad Valenciana, Mónica Oltra, tiene un problema. Y la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, también. La Fiscalía Superior de Valencia emitió este viernes un comunicado en el que dejó constancia de que aprecia "indicios relevantes" de un supuesto delito de ocultamiento por parte de la líder de Compromís de un caso de abusos sexuales a una menor tutelada cometido por su exmarido, quien fue condenado a cinco años de cárcel.

El Ministerio Público pide que se siga investigando a Oltra y "que se realicen cuantas diligencias sean precisas para completar la investigación de los hechos y la determinación del grado de participación". El comunicado supone un mazazo para Oltra, con quien este diario se ha puesto en contacto sin obtener respuesta. Y, en menor medida, para la lideresa de Unidas Podemos en el Gobierno, ya que dio el pistoletazo de salida de su futura plataforma en un acto organizado, precisamente, por la dirigente valenciana el pasado 13 de noviembre en la capital del Turia.

Aquel día, Yolanda Díaz juntó un elenco femenino de 'otras políticas'. Todo un guiño hacia el tipo de perfiles con los que la vicepresidenta segunda se siente cómoda y quiere cerca de su proyecto. Junto a Oltra estuvo también la líder de Más Madrid, Mónica García; la jefa de los 'comunes' y alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y la representante de Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía, Fátima Hamed. Aquello fue "el comienzo de algo maravilloso", en palabras de la propia Díaz, cuyo equipo precisa a este diario que "no entra a valorar procesos judiciales en marcha".

Un referente tocado

Lo cierto es que la posible imputación de Mónica Oltra sería un obús directo al equipo electoral de Yolanda Díaz. La titular de Trabajo arropó a la líder valenciana hace poco más de una semana. Díaz intenta hilar fino, porque cuando vinculó a Oltra con su proyecto provocó un terremoto en las tranquilas aguas mediterráneas de Compromís, una coalición dividida ante la integración en la amalgama que cocina la 'dama roja'. Díaz quiso regalarle el oído a los reticentes en Valencia.

"Hay mucha gente que está a la espera para levantar un proyecto de país y estoy deseando venir a la Comunidad Valenciana y empezar a sumar también aquí", espetó Yolanda Díaz, quien quiere poner en acción su verbo favorito en territorio gobernado por el PSOE: sumar. Esa es, además, la marca que registró su equipo en el Ministerio del Interior para "iniciar el proceso de escucha" que deberá culminar en una plataforma electoral con ella de candidata.

La líder de Compromís está a la espera de que Tribunal Superior de la Comunidad Valenciana decida si la imputa o no. Oltra, que se ha personado en la causa por la investigación paralela a la judicial abierta para desacreditar a la víctima, sigue manteniendo que no piensa dimitir sea cual sea la decisión final de la Justicia. Fuentes de Compromís citadas por El Mundo señalan que en la coalición comienzan a aflorar dudas acerca de la idoneidad de concurrir a un proceso electoral con una posible candidata imputada.

Las dudas de Compromís

Un sector de la coalición de Compromís ve con recelo los pasos de Oltra para converger con la vicepresidenta segunda, que tiene en los valencianos uno de sus “grandes retos”. Los tres partidos que la integran están cerca de una ruptura de cara a las elecciones generales de 2023.  Més Compromís —el antiguo Bloc Nacionalista Valencià— no ve con buenos ojos diluirse con Díaz por las implicaciones de compartir cartel con Podemos, un partido que les genera desconfianza y con el que no se entienden del todo por cuestiones ideológicas.

Y es que este partido concurrió en el pasado con otras formaciones nacionalistas de derecha como el PNV o la antigua Convergencia i Unió. El problema es Iniciativa del Poble Valenciá, es decir el partido de Oltra, partidario en su momento de la coaligación con los morados, con quienes Compromís fue de la mano en 2015 y en 2016. El lío valenciano puede lastrar a una líder sin red.