Durante los últimos siete días, hemos estado muy pendientes de la evolución del caso de los ocho niños supuestamente maltratados de Colmenar. Ya han declarado prácticamente todos los implicados: las propias víctimas, la tutora de los menores, el padre y la madre.
Los menores han contado los horrores que sufrían en la casa familiar. Cuentan que el padre les desnudaba y les pegaba con un rodillo o con martillos o que les castigaba durante varios días a estar encerrados en el sótano. La profesora, gracias a la que saltó todo, ha explicado ante el juzgado las lesiones con los que los niños acudían al colegio. Por su parte, la madre asegura que "se siente superada por la situación", de la que culpa a los niños, y pide que retiren la orden de alejamiento del padre. El médico, mientras tanto, ha evitado cualquier declaración sobre el supuesto maltrato.
En el plano económico destacan dos noticias importantes. Por un lado, ya se ha aprobado en el Congreso la Ley de Vivienda que pone topes al precio del alquiler y que tanto está dando de qué hablar en las últimas semanas. Ya solo queda que se apruebe en el Senado y que entre en vigor antes de las elecciones autonómicas.
Y por otro, el First Republic Bank, uno de los bancos más afectados por la reciente crisis en EEUU, se ha desplomado un 50%. Esto evidencia todavía más la compleja situación económica que ha provocado el colapso del Silicon Valley Bank. La entidad, que en marzo tuvo que ser rescatada por otros bancos con una inyección conjunta de 30.000 millones de dólares (27.160 millones de euros al cambio actual), presentó sus resultados trimestrales al cierre bursátil del lunes e inmediatamente comenzó a caer en picado.
Como ocurrió en su momento con Afganistán, la comunidad internacional ha comenzado esta semana la evacuación de sus ciudadanos en Sudán. Estos operativos se producen después de que hace una semana estallara un conflicto entre el Ejército de Sudán y el FAR, que hasta ahora compartían el poder tras derrocar juntos en un golpe de Estado el gobierno de transición de Sudán en octubre de 2021.
Y por último, en redes se ha hablado mucho estos días del enorme cartel que ha colgado el sindicato de Vox en el número 111 de la madrileña calle Alcalá. En él, arremeten contra la Agenda 2030 y no dejan títere con cabeza: han caricaturizado a prácticamente todos los políticos.
