El Papa Francisco ha criticado que el Gobierno español mantenga retenido en el puerto de Barcelona al buque de rescate de migrantes de la ONG Pro Activa Open Arms, que opera en el Mediterráneo. "Me parece mal. Y el caso de Open Arms me parece una injusticia muy grande. ¿Para qué se hace? ¿Para que se ahoguen? Es simplista, pero si no los puedes rescatar ¿Y para qué vienen? Viven en una desesperación, unida a una ilusión tan grande, que se lanzan No miden las consecuencias. Y nosotros no medimos el dolor de esa gente", ha puntualizado el Sumo Pontífice.
Francisco, además, ha querido puntualizar que se trata de una decisión del Ejecutivo porque le consta que "las autoridades de Barcelona están dispuestas a recibir, acompañar, promover e integrar". Así lo señala en la entrevista que ha mantenido con el presentador de 'Salvados', Jordi Évole, que se emitirá esta noche en La Sexta, pero de la que el propio Évole ha adelantado un amplio extracto en el diario 'La Vanguardia'.
En esta misma línea, el Pontífice ha asegurado sentir "mucho dolor" por los migrantes fallecidos en el Mediterráneo, algo que "no entiende". "No entiendo. No entiendo la insensibilidad", ha asegurado.
Por ello, ha defendido una "actitud fundamental", la del "corazón abierto y ha recordado los cuatro pasos a seguir en este sentido: recibir, acompañar, promover e integrar.
Prisioneros de los muros que se levantan
Igualmente, Francisco ha advertido de que "el que levanta un muro termina prisionero del muro que levantó". "Y eso es ley universal. Y eso se da en el orden social y en el personal. Si vos levantas un muro entre personas, terminas prisionero de ese muro que levantaste. Sí, defiendo mi autonomía, sí; pero te quedas solo como un hongo", ha recalcado.
El Pontífice afirma también que el "capitalismo salvaje" es responsable de estas situaciones, aunque precisa que una economía social de mercado, si es social, puede andar, la economía. "Lo que no anda es el mundo de las finanzas. También esto crea las guerras, por la posesión de la riqueza, ¿no es cierto?, sean internacionales o nacionales. Sostengo que estamos ya en una tercera guerra mundial, a pedacitos", ha insistido.
Sobre la venta de armas de España a Arabia Saudí, el Papa asegura que le "da pena" pero puntualiza que no es el único gobierno. "No tienen derecho a hablar de la paz. ¿Están fomentando la guerra en otro país y después quieren la paz en el propio? La teoría del bumerán. La vida se las cobra, por uno u otro camino. Si vos armas la guerra allá, la vas a tener en tu casa, quieras o no quieras", añade.
"¿Tenemos todavía víctimas de la Guerra Civil sepultadas en cunetas. ¿Qué le parece que haya gente en mi país que se oponga a localizar y enterrar esas víctimas desaparecidas?", le pregunta también Évole en la entrevista. El Pontífice, que se remite al caso de Argentina con 30.000 desaparecidos, asegura que una "sociedad no puede sonreír al futuro teniendo sus muertos escondidos". "Los muertos son para ser enterrados, son para ser individualizados en los cementerios, pero no para ser escondidos. Nunca vas a tener paz con un muerto escondido. Nunca", recalca.
Abusos sexuales: acudir a la policía
La conversación se produjo antes de conocer que el Pontífice ha dictado para el Estado del Vaticano una norma que obliga a todo su personal a denunciar inmediatamente casos de abusos a menores bajo pena de multa o cárcel. En todo caso, preguntado por si recomendaría a las víctimas que acudiesen a la policía, el Papa responde que "por supuesto" y asegura que esta es la conclusión que salió de la cumbre sobre los abusos.
Francisco comprende a las víctimas insatisfechas con este encuentro y recalca que las cosas concretas de la cumbre fueron "iniciar procesos". "Y eso lleva su tiempo. De todas maneras, comprendo la gente que haya quedado insatisfecha, porque cuando hay un dolor de por medio, vos tenéis que callar, rezar, llorar, acompañar, y punto. Pero iniciar procesos es la manera para que sea irreversible la cura", ha señalado.
Mujer en la Iglesia
Sobre la discriminación de la mujer, el Papa reconoce que escucharla y darle funciones no basta y admite que lo que no se ha logrado todavía es "caer en la cuenta que la figura de la mujer va más allá de la funcionalidad". "La Iglesia no puede ser Iglesia sin la mujer, porque la Iglesia es mujer, es femenina. Es La Iglesia, no El Iglesia. Una dimensión que no tenga feminidad en la Iglesia hace que la Iglesia no sea Iglesia", apunta.
El Papa también habla sobre el aborto al ser preguntado por si entendería que una víctima de trata embarazada tras una violación quisiera abortar. "Yo la entendería a ella en su desesperación, pero también sé que no es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema. "¿Es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema? ¿Es lícito alquilar a alguien para que la elimine?", recalca.
Sobre el Vaticano, el Papa admite que no se salva de los límites y de los pecados y las vergüenzas de otras sociedades. "Acá somos hombres y tenemos los mismos límites y caemos a veces en las mismas cosas. Hay que ir limpiando. El trabajo es ir limpiando, limpiando, limpiando", asegura tras admitir que en la Santa Sede también hay mercaderes como los que Jesús echó del templo por "hipócritas".