¿Qué fue del decoro parlamentario? Tal cuestión recorrió este miércoles los pasillos del Congreso tras la pregunta que el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, dirigió al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Diputados, asesores y funcionarios, sobre todo de los que cuentan con más años de experiencia en la casa, coincidían que el dirigente morado había terminado de rebasar todos los límites de la cortesía parlamentaria. Justo lo contrario de lo que se espera de un representante público cuyas intervenciones deben dar ejemplo a las generaciones más jóvenes.
Ante ello, pronto surgió la gran duda: ¿por qué permite la Presidencia del Congreso tales exabruptos de Iglesias? La respuesta, según fuentes de este órgano consultadas por Vozpópuli, hay que buscarla en lo que ya se conoce por la Mesa de la Cámara como la "fórmula Rufián" (por el republicano Gabriel Rufián), un "subterfugio" del que se valió Iglesias para evitar una posible amonestación o sanción.
El líder de Podemos abonó el terreno de la confrontación con una interpelación a Rajoy sobre los vetos del Gobierno a iniciativas que suponen un aumento de los créditos o disminución de los ingresos presupuestarios. "Yo, preparando esta pregunta, llegaba a la conclusión de que usted me iba a responder básicamente que el informe de los letrados le traía a usted sin cuidado, pero como usted maneja la prosa de Lope con destreza, he estado yo reflexionando sobre la expresión que utilizaría. Tiene usted varias opciones: me importa un comino el informe de los letrados; me importa un pimiento; me importa un huevo; me importa un rábano o me importa un pepino. Incluso tiene usted otras fórmulas más directas: me la trae floja; me la suda; me la trae al fresco; me la pela; me la refanfinfla", enfatizó.
Esta retahíla de palabras malsonantes provocó las primeras protestas de los diputados del PP. Pero Iglesias continuó: "Incluso he encontrado una -si los señores de la bancada del Partido Popular, que acaban de insultar a un compañero mío, me permiten terminar- que creo que se adapta perfectamente a su estilo: me la bufa". Volvieron las protestas y el líder de morado añadió: "A usted el informe de los letrados se la bufa. ¿Y sabe por qué se la bufa? Porque lo importante ya lo tiene usted atado".
¿Qué tendría que haber afirmado Iglesias para ser sancionado en base al reglamento de la Cámara baja? Según las fuentes consultadas, la sanción se habría contemplado si el líder de Podemos hubiese señalado al presidente del Gobierno: "Lo que dice usted me la bufa". Sin embargo, tales fuentes sostienen que Iglesias empleó la llamada "fórmula Rufián", en alusión al portavoz adjunto de ERC en la Cámara baja. Es decir, puso todas esas salidas de tono en boca de Rajoy y en un escenario imaginario, en lugar de hablar en primera persona.
Iglesias hizo lo contrario de lo que se espera de un representante público cuyas intervenciones deben dar ejemplo a las generaciones más jóvenes
En el polémico discurso que realizó Gabriel Rufián en la sesión de investidura, donde cargó duro contra el PSOE, atribuyó a una serie de personajes anónimos varios mensajes que incluían términos groseros. Por ejemplo, manifestó: "O como Laura: 'Mi abuelo murió con el carnet en la mano y el socialismo en el corazón. Si hoy les viera haciendo lo que hacen, mi asco y mi rabia se quedarían muy cortas". Bien diferente hubiese sido que el diputado de Esquerra dijera a la bancada socialista que daba "asco" por su abstención en la investidura, lo que habría acarreado con toda probabilidad una sanción de la Cámara.
En concreto, además de las normas consuetudinarias del buen hacer parlamentario, el Reglamento de la Cámara baja dice en que su artículo 103.1 que "los diputados y los oradores serán llamados al orden cuando profirieren palabras o vertieren conceptos ofensivos al decoro de la Cámara o de sus miembros, de las Instituciones del Estado o de cualquiera otra persona o entidad".
Este precepto fue el invocado en 2015 por el entonces presidente del Congreso, Jesús Posada, para amonestar verbalmente a Sabino Cuadra, de Amaiur, por romper una Constitución en el hemiciclo. La Mesa de la Cámara baja declinó entonces aplicarle una sanción y todo quedó en una seria advertencia del propio Posada, que se citó con Cuadra para reprocharle su conducta. Los populares llevaron a pedir la aplicación del artículo 106 del Reglamento, según el cual "cualquier persona que en el recinto parlamentario, en sesión o fuera de ella y fuese o no diputado, promoviere desorden grave con su conducta de obra o de palabra, será inmediatamente expulsado".
Suspensión de hasta un mes
La norma especifica que "si se tratare de un diputado, el Presidente le suspenderá, además, en el acto en su condición de diputado por plazo de hasta un mes, sin perjuicio de que la Cámara, a propuesta de la Mesa y de acuerdo con lo previsto en el artículo 101, pueda ampliar o agravar la sanción".
¿Por qué no aplicó la presidenta del Congreso, Ana Pastor, el artículo 103.1 y llamó al orden a Iglesias? Fuentes de la Presidencia informaron a este diario que Pastor aboga en casos como los de este miércoles por no contribuir a elevar la tensión, evitando caer en lo que miembros de su partido consideran una "provocación permanente" por parte del líder de Podemos.
Pastor intercambió impresiones con la portavoz del grupo parlamentario de Unidos Podemos, Irene Montero, y tuvo oportunidad, según las fuentes consultadas, de volverle a incidir en lo que le había advertido desde la tribuna justo antes: "El hemiciclo no es un tendedero, es la representación de todos los españoles". Y es que los diputados de Unidos Podemos habían colgado camisetas azules en sus escaños para reivindicar "Agua Pública 100%", coincidiendo con el Día Mundial del Agua.