O PSE o EH Bildu. El PNV elegirá a una de estas dos formaciones para configurar el nuevo Gobierno vasco tras celebrar un par de reuniones oficiales con ambas formaciones, y algunas más discretas, para intentar acercar posiciones en torno al documento programático de los peneuvistas ’10 ejes de encuentro para el acuerdo’.
La segunda reunión con el PSE, tras la ronda inicial de contactos con todas las formaciones que obtuvieron representación parlamentaria, tuvo lugar el pasado 20 de octubre, y un ejemplo de la buena sintonía reinante entre ambos partidos fue la redacción de una nota de prensa conjunta en la que dejaron constancia de que la cita había resultado “productiva y positiva” de cara a “alcanzar acuerdos políticos estables que permitan la gobernabilidad” del País Vasco. En aquella ocasión las delegaciones negociadoras de ambas formaciones se emplazaron a nuevos encuentros sin luz y taquígrafos.
El PNV quiere que Íñigo Urkullu sea investido lehendakari la tercera o cuarta semana de noviembre
Fuentes del PNV consultados por Vozpópuli manifestaron que sobre la mesa está tanto el apoyo externo del PSE como su incorporación a un gobierno de coalición a semejanza de los alcanzados en la etapa del lehendakari José Antonio Ardanza. Esta segunda opción es la preferida por los socialistas, que tras los malos resultados obtenidos en las urnas en las elecciones del pasado 25 de septiembre, donde pasaron de 16 a 9 escaños, necesitan recuperar protagonismo y visibilidad.
Exigencias asumibles
El PNV, que inicialmente se inclina por el PSE como socio preferente, siempre y cuando sus exigencias sean asumibles, quiere explorar también la vía de EH Bildu, con quien la próxima semana celebrará una segunda reunión. Un encuentro que se antoja crucial. Los peneuvistas se encuentran más cerca del PSE en política de paz y convivencia, y más próximos, con matices, a EH Bildu en lo referente a autogobierno, dada la apuesta de los abertzales por una ‘vía catalana’ hacia la independencia. Una opción que el PNV rechaza de plano, sin renunciar a una revisión pactada del autogobierno.
El PNV tiene intención de que el acuerdo en una u otra dirección esté cerrado en las dos primeras semanas de noviembre y que la elección de Íñigo Urkullu como lehendakari se produzca en la tercera o cuarta semana del mismo mes, lo que permitiría al nuevo gobierno echar a andar apenas dos meses después de los comicios, con la aprobación de los presupuestos para 2017 como primera tarea.