Levantarse a las 7 cada mañana –de los 365 que tiene el año- para ir al primer nombramiento del día es la primera rutina que adquiere un estibador. En esta primera tanda, las empresas comunican cuantos trabajadores necesitarán en el puerto esa mañana. La segunda, a las 13:45 horas, es libre, solo para quienes quieren incrementar sus ingresos, pero ahí –por norma- siempre están todos.
Los hermanos Rodríguez, de 35 y 40 años, trabajan desde hace más de 11 años en un puerto pequeño de Andalucía. Lo que unos llaman “enchufados” otros llaman tradición familiar, según cuentan para Vozpópuli: “Nuestro padre formaba parte del personal del puerto. Desde pequeños hemos tenido acceso y nos hemos criado viendo entrar y salir barcos. Es lógico que una de nuestras metas fuera ser estibador, lo somos de cuna”.
Ante las críticas recibidas los últimos días sobre la supuesta “tómbola” de puestos de trabajo, especialmente aquellos heredados de padres a hijos, los hermanos Rodríguez explican: “Nosotros tuvimos que hacer unas oposiciones públicas hace cinco años para poder ser fijos y pasar pruebas físicas y psicológicas para optar a 8 plazas de 244 personas que se presentaron. Y entramos quienes nada tenían que ver con familiares, puesto que nuestros padre estaba prejubilado y el resto, no trabajaban en el puerto”.
Los hermanos Rodríguez tienen claro quién es el culpable: “Zapatero fue quien decidió que los estibadores formáramos parte del ámbito privado, nos arrebató el puesto de funcionario que nos habíamos ganado como opositores y nos puso en manos de empresas privadas que gestionan el sector sin escrúpulos, solo movidos por el bien económico de ellos mismos, no de nosotros. Solo somos empleados, no contratamos ni elegimos condiciones, acatamos órdenes sin más.”.
Los 46 puertos de España se encuentran al 100% de su productividad, “No somos 6.200 como están diciendo, somos más 13.000 estibadores porque hay el doble que no son fijos, que ejercen como tal y son estibadores como los demás, pero eventuales”.
El pasado año, España recibió 167.920.297 toneladas de mercancías en sus puertos y la cifra sigue creciendo año tras año. “En Algeciras, uno de los puertos más grandes de España, puede haber 20 barcos en descarga y 30 esperando para entrar”.
“Nosotros éramos funcionarios, luego nos pasaron al ámbito privado y ahora quieren que seamos una ETT, es un atropello a nuestros derechos. Nosotros queremos volver a ser funcionarios, como en Bélgica que se denunció y volvieron a ser lo que eran. No tiene sentido aprobar unas oposiciones y que te roben tus derechos”.
Es por ello que el sindicato regulador de los estibadores, como la Coordinadora de Trabajadores del Mar, convoquen una huelga que más tarde ha sido anulada por dar una tregua de una semana a las negociaciones entre Fomento y sindicatos, pero los hermanos Rodríguez amenazan: “Los puertos son los primeros en entrar en crisis y los primeros en salir. Nosotros ahora tenemos una espada en la nuca, preparada para cortarnos la cabeza, es por eso que preferimos un mal acuerdo que una ruptura. Pero si decidimos entrar en huelga, el ministro De La Serna tiene que meter el ejército en los puertos”.
La huelga que se iba a llevar a cabo el día 20, 22 y 24 de este mes, hubiera supuesto más de 250 millones de euros de pérdidas para el país: “Los puertos paran un día y metemos en crisis a España y una caída en bolsa muy difícil de reparar”, declaran los hermanos.
Condiciones salariales
El tema de las condiciones salariales también ha ocupado parte protagonista en la polémica de los ‘estibadores vs. Gobierno’. Por un lado, la neblina que ronda sobre los abultados sueldos- llegando a la cifra de 70.000 euros brutos al año- y por otro, la lucha por demostrar que tienen lo que merecen. “Entendemos que se diga que ganamos mucho, porque la gente no tiene información de lo que hacemos. No saben que hay hombres que doblan turnos. Todos los días hacen 12 horas de trabajo y los 365 días del año tienen guardia”.
Los estibadores, por convenio, deben trabajar 24 turnos al mes, de seis u ocho horas cada uno. En este caso, trabajan 40 turnos, 4 al día. “La ley dice que debemos trabajar un turno al día, como cualquier persona. De esta manera cobraríamos 2.200 euros al mes que es lo que nos corresponde, pero cobramos más porque hacemos 40 turnos desde hace años”.
Esos 16 turnos de más que los hermanos Rodríguez hacen –y los 17 estibadores fijos que trabajan con ellos en este puerto- se deben a que las empresas portuarias llevan 6 años sin querer meter a nadie en plantilla fija, contratan a personal eventual y se ahorran los costes de seguros, seguridad social y de pagas extras. “Realizo el trabajo mío y la mitad de otra persona, por eso cobro la nómina de una persona y media”.
Según ellos, se trata de una trampa: “Tienen menos gente, pero somos más caros. Desde hace años los contratan una ETT, pero bajo nuestras condiciones por convenio”. Vozpópuli ha podido tener acceso a las nómnas de los hermanos Rodríguez: “En 2016 ganamos 51.000 euros brutos al año. De los cuales Hacienda nos quitó 13.154 euros. 42.000 brutos al año se nos queda”.
Los estibadores cobran en función de la mercancía que entre al puerto, es un precio fijo, firmado por convenio para cada tonelada. Por ejemplo, las bobinas de papel, un material que recibe con frecuencia los puertos de Alicante, Gandía o Almería son a 0,15 euros la tonelada. Si el estibador descarga 1.000 toneladas supone 150 euros brutos para él, con una duración de unas 8 horas de trabajo.
“Si descargamos 300 bobinas son 60.000 euros que se lleva la empresa. Nosotros solemos ir 10 estibadores a descargarlas, salimos a 150 euros brutos, un total de 1.500 euros costamos a la empresa de mano de obra. Imagínate el margen que tienen, pero luego somos nosotros los ladrones”.
Los hermanos Rodríguez aseguran que tienen demandas a las empresas portuarias por no haberles realizado la subida del IPC desde hace más de seis años y por en ocasiones, trabajar arriesgando sus vidas. "Cada vez que nos subimos en grúas sin arnés, que estamos en un quinto piso del contenedor son riesgos que asumimos. No es una profesión normal, es de alto riesgo. He visto como compañeros se han destrozado huesos, se han caído desde lo alto de alguna máquina o han muerto por aplastamiento".
Los estibadores, además del riesgo propio de su trabajo, cuentan con una calidad de vida menor que el resto de los ciudadanos debido a la exposición constante al sol, al frío y a condiciones meteorológicas adversas y desde hace años además, le añaden la excesiva carga de trabajo. "Nuestro padre, por ejemplo, tuvo que prejubilarse acogiéndose al coeficiente reductor".
El Real Decreto del coeficiente reductor entró en España en el año 2007 para los Trabajadores del Mar, permitiéndoles una jubilación anticipada debido a las características peculiares a la hora del desarrollo del trabajo. En algunas casos, los prejubilados son retirados de cargos portuarios que requieran fuerza física y son trasladados a gestiones administrativas dentro de las empresas reguladoras del puerto.
"Estos casos son muy parecidos a los que hablan de las mujeres. En el puerto de Valencia, hay más de 265 mujeres estibadoras y jamás se ha dicho que no a una mujer, pero ser estibador requiere de mucha fuerza. Lo mismo que una persona mayor no podría, hay mujeres que tal vez tampoco. En cualquier caso, el Gobierno ha utilizado a la mujer para atacar al colectivo, porque nosotros queremos que nos metan más trabajadores, nos da igual el sexo".
El propio colectivo de estibadoras del puerto de Valencia se levantó contra las acusaciones y apoyó a loa estibadores en su lucha, echando por tierra las declaraciones del ministro de Fomento porque el machismo en el sector.
Un colectivo que es una 'piña'
En cualquier caso, los hermanos Rodríguez en representación del pequeño puerto donde ellos operan, quieren dejar claro que siendo estibador no te haces rico, es el fruto de trabajar muchísimas horas en condiciones, a veces, muy complicadas. "Somos los primeros que hemos dicho en repetidas ocasiones que acataremos cualquier reforma, pero no queremos que nos siguen quitando nuestros derechos. Hemos visto como las empresas cada vez se hacen más ricas y nosotros vamos para atrás".
Los hermanos Rodriguez nos llevan a una reflexión final: "¿Qué pasaría si a un funcionario del Gobierno, tras años de esfuerzo para sacar una oposición que le permita vivir bien, lo echan del cargo publico y lo llevan a una ETT cobrando 5 euros la hora? En ese caso seguro que no habría lugar al debate, no se haría porque sino el país entraría en guerra. Pero nosotros, debemos seguir subiéndonos cada día a la grúa porque sino la economía española peligra y olvidarnos de que nos están robando nuestros derechos".