Rusia cerrará sus más de cuatro mil kilómetros de frontera oriental con China para prevenir la propagación del coronavirus, el agente infeccioso que tiene a medio globo en vilo. El virus, que se originó en la ciudad de Wuhan (China) en diciembre, ha afectado ya a más de 7.700 personas y causado de momento 170 muertos.
Desde Ginebra, la OMS ya ha advertido de que el virus '2019-nCoV' es de alto riesgo global en la medida en que han aparecido casos de contagio, de mayor o menor gravedad, en varios países y a personas que no necesariamente han pasado por la localidad de origen.
"Hoy (jueves) fue firmado el correspondiente decreto, y ya entró en vigor. Se cerrará la frontera en la región del Lejano Oriente y se tomarán otras medidas para frenar el avance de la enfermedad", ha asegurado el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin. El Kremlin ha encargado al ministerio de Asuntos Exteriores que informe a China, así como a otros Estados cuyos intereses podrían verse afectados por la medida, de que ésta obedece a "circunstancias extraordinarias" y tiene un carácter "exclusivamente temporal".
Carácter "exclusivamente temporal"
El ministerio de Transporte y los servicios de Guardafronteras, Aduanas y de Protección al Consumidor se ocuparán de "limitar el cruce a través de los puestos de control en determinados tramos" de la frontera entre Rusia y China. Esta disposición se aplicará a 16 puestos de control a lo largo de la frontera oriental, que incluyen pasos automovilísticos y ferroviarios.
Además de su repercusión en Rusia, el coronavirus ha causado alarma mundial por su rápida expansión en China, donde se han puesto en cuarentena ciudades enteras en el país para intentar contenerlo. Wuhan, capital de la provincia de Hubei, es la ciudad más poblada en la zona central de la República Popular China.