Sus declaraciones se han llevado a cabo en la toma de posesión de Enric Millo como delegado del Gobierno donde ha afirmado que el exdiputado autonómico recién nombrado en el cargo tiene que ser el "cauce de comunicación constante entre la sociedad y los poderes catalanes y el Gobierno de España".
La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Administraciones Territoriales, Soraya Sáenz de Santamaría, ha ofrecido a los poderes públicos catalanes abrir una etapa de "diálogo y consenso", pero a cambio pide respeto a la ley y lealtad institucional entre administraciones.
La vicepresidenta ha elogiado la trayectoria de Millo y ha resumido así lo que quieren de él los dirigentes del Gobierno central: "Que sepa escuchar, entender, traducir, interpretar y hacernos llegar cuando no estemos aquí, que estaremos mucho, los problemas" e inquietudes de los catalanes.
Por su parte, el nuevo delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, ha tendido la mano al ejecutivo catalán y se ha ofrecido para abrir una "nueva etapa" de "diálogo" y "acercamiento", aunque exigiendo a la vez el "máximo respeto" a la legalidad vigente.
Millo ha prometido desempeñar sus funciones "contando con todos", con "diálogo" y no con "imposiciones", para convertir la Delegación del Gobierno en la "casa de todos los catalanes". Se trata del relevo de María de los Llanos de Luna, en un acto en la sede de la Delegación en Cataluña, presidido por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
En el acto han estado presentes autoridades institucionales, políticas y militares en Cataluña, como el conseller Raül Romeva, responsable de Relaciones Institucionales del Govern; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, y el coordinador general del PPC, Xavier García Albiol.