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Sánchez urge a Díaz a ser ya candidata para arrebatar a Vox el tercer puesto

El PSOE considera que solo si 'Sumar' desbanca a los de Santiago Abascal en las elecciones hay posibilidades de reeditar el gobierno de coalición la próxima legislatura

  • Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, se abrazan en el Congreso tras aprobar los Presupuestos -

El próximo presidente del Gobierno será Pedro Sánchez o Alberto Núñez Feijóo en función de qué partido quede en tercera posición en las elecciones generales de diciembre de 2023, Vox o Sumar, el proyecto todavía nonato de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Por eso, Sánchez la urge desde hace semanas a poner fin a sus diferencias con Unidas Podemos y presentar ya una candidatura de unidad: para arrebatar esa tercera posición a los de Santiago Abascal, hoy en tercer lugar de todos los sondeos sin discusión.

Llegado el momento de la investidura, allá por enero de 2024, poco importará cuál de los dos grandes partidos haya quedado primero. De hecho, miembros socialistas del Gobierno -a quienes desmienten, no obstante, todas las encuestas, excepto las del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que preside José Félix Tezanos- sostienen a Vozpópuli que PSOE y PP van a llegar a las urnas en ”empate técnico” y será el tercer partido en discordia el que inclinará la balanza a izquierda o derecha.

Empate técnico es una expresión usada en el mundo demoscópico cuando la diferencia entre una opción u otra es igual o menor al margen de error del sondeo. El último barómetro del CIS Tezanos, único sondeo que da al PP por debajo de los socialistas, adjudica a estos una estimación de voto del 30,6% y a los populares 28,6%, solo dos puntos de diferencia; como el margen de error es del +/- 1,3%, eso lleva a La Moncloa y Ferraz a hablar de empate técnico.

El PP, por su parte, atendiendo a las otras encuestas -entre ellas la publicada por Hamalgama en este periódico, que da a la suma con Vox 191 diputados- sostiene que el socialista Tezanos manipula los datos brutos del CIS a favor de su partido: otorga al PSOE un 3,9% de voto que no tiene y a Feijóo un 2,5% menos del que realmente tiene. La realidad, se insiste desde la sede de Génova, es que los populares estarían hoy 4,4% por encima de sus rivales.

En Moncloa dan por seguro que Yolanda Díaz va a adelantar “a enero” el anuncio de su candidatura porque retrasarlo más la desgasta y Sumar corre riesgo de fracasar en su intento de aglutinar antes del 28M todo lo que está a la izquierda del PSOE

Sea cual sea esa diferencia entre los dos grandes -salvo que supere los cinco puntos de voto escrutado-, si Vox continúa siendo el tercer partido de España, puesto que logró en las elecciones generales de 2019 -53 escaños-, un PP que ya se ha comido más de la mitad del electorado de Ciudadanos y aspira a recibir 600.000 votos de socialistas alarmados por la ”deriva” de Sánchez, tendrá más posibilidades de sumar los 176 diputados necesarios para la investidura de Feijóo como presidente.

Por contra, si Sumar sustituye a Vox en esa tercera plaza, a Sánchez le dará igual quedar primero o segundo: tendrá a su disposición el comodín de otros 30 escaños de los partidos independentistas e izquierda -ERC, Bildu, PNV, PRC y Compromis- para frenar la alianza PP/Vox.

Esa es la razón por la que las fuentes socialistas consultadas dan por seguro que Yolanda Díaz va a adelantar ”a enero” la presentación de su candidatura a la Presidencia del Gobierno. Porque, incluso pensando en los efectos performativos que tienen los sondeos en el electorado -cuando la tendencia es generalizada acaban convirtiéndose en profecía autocumplida- la inexistencia todavía de Sumar como proyecto único y el continuo ruido entre la vicepresidenta y Unidas Podemos les está perjudicando en términos demoscópicos porque las casas de sondeos pregunten por separado: lo cual penaliza a ambos en el reparto de escaños frente a Vox.

Formalmente Sumar no existe y, a tenor de los enfrentamientos durante los últimos meses entre Díaz y su mentor, Pablo Iglesias, nadie descarta que ese espacio de tres millones de votos a la izquierda de los socialistas llegue a las generales dividido entre un proyecto encabezado por ella y otro de Podemos en solitario liderado por la ministra de Igualdad, Irene Montero.

Solo esa encuesta de 40Db para El País ha teorizado sobre qué pasaría si todo el espacio a la izquierda del PSOE se presenta unido a las generales y, pese a que la resultante es mucho mejor para Díaz y Podemos -54 diputados para Sumar frente a los 35 obtenidos por Unidas Podemos en 2019- que las del resto de trabajos demoscópicos que preguntan por candidaturas separadas, el hecho es que no disipa el riesgo para Sánchez de que PP y Vox acaben sumando mayoría absoluta en 2023.

“Aunque Sumar no se presente el 28 de mayo, Díaz necesita hacer suyos los triunfos que obtengan los alcaldes a la izquierda del PSOE, porque después no tendrá tiempo de construir nada sólido”, señala a Vozpópuli un importante miembro socialista del Gobierno.

“Aunque formalmente Sumar no se presente a las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo, Yolanda necesita llegar con un proyecto unido y haciendo suyos los triunfos que obtengan los alcaldes a nuestra izquierda, porque después del 28M no va a tener tiempo hasta las generales de construir nada sólido y la tensión entre los socios puede ser mucho mayor si hay un mal resultado local”, señala a Vozpópuli un importante miembro socialista del Gobierno.

El escenario que La Moncloa y Génova esperan en las próximas generales es una cierta recuperación del bipartidismo PSOE/PP a cuenta de la desaparición de Ciudadanos, y una pelea muy reñida entre Sumar/Podemos y Vox por el reparto de los últimos escaños a los restos en provincias de la España interior y grandes áreas metropolitanas. Ahí estará la clave de la investidura del próximo presidente del Gobierno.

A este respecto, el politólogo Pablo Simón señalaba el miércoles pasado en La Sexta que, si hay finalmente empate técnico entre PSOE y PP en las urnas, la “medalla de bronce” en las generales va a ser decisiva. Vox y Sumar/Podemos están ahora “en el entorno del 15% de voto cada uno” y, dependiendo de cuál quede por encima, veremos un gobierno de uno u otro signo

La España ’interior’ de PP y Vox

“La izquierda tiene una ventaja sobre la derecha y es que tiene más amigos en el Congreso (ERC, Bildu, PNV, Más País, Compromis) mientras que PP y Vox se tienen que acercar mucho a la mayoría absoluta para gobernar. Pero la derecha tiene una ventaja sobre la izquierda y es que compite mejor en las provincias del interior de España. Esto hace que con un poco de crecimiento de voto y con que termine de rematar a Ciudadanos, pueda propulsarse en escaños en esas provincias”.

Es el caso de casi todas las de menos de cinco escaños: Las dos Castillas -excepto las capitales, Valladolid y Toledo-, de Cáceres, Lugo, Órense, Huesca, Teruel y La Rioja, entre otras. Muchas de ellas reparten solo tres escaños y lo más probable es que adjudiquen a tercios, uno para PSOE, otro para PP y otro para Vox -Sumar quedará fuera, según todos los sondeos-. Y en León, que aporta cuatro diputados y que en 2019 fueron dos para los socialistas, uno para el PP y otro a Vox, puede que en 2023 se inviertan los papeles y los dos escaños se los lleve Feijóo.

Así que más que en esa España interior escorada a la derecha, Yolanda Díaz competirá con Santiago Abascal por la medalla de bronce en las provincias más pobladas, áreas metropolitanas que aportan cinco o más escaños de los 350 que tiene el Congreso y los finales se reparten en los restos de voto: Madrid (37 diputados), Barcelona (32), Valencia (15), Alicante (12), Sevilla (12), Málaga (11), Cádiz (9), Murcia (9), Baleares (8), Coruña (8), Las Palmas de Gran Canaria (8), Granada (7), Zaragoza (7), Pontevedra (7), Asturias (7), Tenerife (7), Almería (6), Córdoba (6), Vizcaya (6), Guipúzcoa (6), Toledo (6), Badajoz (6), Valladolid (5), Jaén (5), Castellón (5), Navarra (5) y Cantabria (5).

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