En su comunicado, ha recalcado que los ataques contra los barrios controlados por los rebeldes en el este de la ciudad han matado a muchos civiles residentes en la zona, agregando que han dejado además estos barrios sin un hospital operativos.
Asimismo, ha condenado los "disparos indiscriminados" contra las zonas controladas por el Gobierno, detallando que entre ellos figuran varios contra escuelas que han matado a niños.
Por ello, Ban ha recordado a las partes en conflicto que los ataques contra civiles e infraestructuras civiles son un crimen de guerra, reclamando que pongan fin a este tipo de ataques.
"Los responsables de estas y otras atrocidades en Siria, independientemente de quiénes sean y dónde estén, tendrán que rendir cuentas algún día", ha afirmado.
Por último, el secretario general de Naciones Unidas ha reclamado a las partes en conflicto que "garanticen la libertad de movimiento a los civiles y permitan la entrada sin restricciones de ayuda humanitaria".
El grupo Defensa Civil Siria, los voluntarios conocidos como 'cascos blancos', han informado este mismo domingo de que desde el jueves hasta el sábado murieron al menos 289 personas en Alepo.
Alepo se ha convertido en el frente de combate más intenso de la guerra de Siria. La ciudad lleva años dividida: la parte oeste está bajo control del régimen y la este, donde habría unas 250.000 personas atrapadas, está dominada por las fuerzas rebeldes y extremistas.
El miércoles, el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos indicó que alrededor de mil civiles, entre ellos más de 220 niños, habían muerto en Alepo y sus alrededores desde el fin de la tregua humanitaria anunciada en septiembre.