Según estas fuentes, las conversaciones para entablar el encuentro comenzarán pronto con vistas a una reunión que podría celebrarse, aunque la fecha ni mucho menos es definitiva, en junio o julio.
La idea es la de reforzar la "relación especial" que distingue a ambos países en un momento en el que el Gobierno británico, con su primera ministra, Theresa May a la cabeza, está planificando su salida de la Unión Europea.
Esta visita correspondería a la oferta formulada por Trump a la mandataria británica tras la victoria electoral del magnate en las elecciones presidenciales de la semana pasada. En una llamada telefónica, el presidente electo transmitió a May su deseo que reunirse con ella lo antes posible en territorio estadounidense, aunque todavía no hay fecha para este viaje oficial.
Además, el Gobierno británico pretende recuperar su papel de interlocutor oficial con la nueva administración estadounidense tras las constantes visitas de Nigel Farage, uno de los grandes impulsores del 'Brexit' a Nueva York para reunirse con Trump.
La idea es que la reunión con la reina Isabel, según las fuentes consultadas, sea un "arma secreta" para garantizar el estatus oficial de las relaciones, dado que Farage -- únicamente líder en funciones del Partido por la Independencia de Reino Unido -- no desempeña rol alguno en el Gobierno británico.