Para cambiar esta perspectiva, Puig considera que lo primero es sensibilizar a los partidos políticos y a los que tienen la responsabilidad de gobernar de que "esto es real". "Un país que se precie y unos gobernantes que se precien tienen que velar y cuidar por las personas más vulnerables, y desde nuestro punto de vista, la persona más vulnerable es un niño", asegura. Por ello, considera "una buena noticia" la aprobación de una comisión permanente sobre la situación de la infancia en el Congreso pero recuerda que, los primeros responsables de cuidar a los niños son los padres y luego "toda la sociedad. Cada uno debe de asumir su papel y no tirar balones fuera".
Además, Aldeas Infantiles SOS junto a otras 50 ONG que conforman la Plataforma de la Infancia han reclamado, tanto en las elecciones municipales como en las generales, un gran pacto por la infancia que incide en tres grandes cuestiones. El primero, ampliar las inversiones de la infancia del 1,3 por ciento del PIB al 2,4 por ciento, la actual media europea. El segundo, apunta la creación de un Fondo Social para la Infancia "parecido al constituido para las pensiones en el Pacto de Toledo --explica Puig--, para que en situaciones de crisis, los niños no salgan perjudicados". Y, en tercer lugar, reclaman el aumento de la prestación por hijo.
"Actualmente en España, una familia con ingresos inferiores a 11.500 euros al año recibe 24 euros al mes por niño. Pedimos que, cuando se termine la legislatura, esta prestación aumente hasta 100 euros ya que, según datos de Unicef, sólo con esta medida la pobreza infantil se reduciría en un 30 por ciento", añade.
Unos datos que, a pesar de ser "claros y evidentes" no logran "calar" en la sociedad, señala. Para poder ilustrar mejor estos datos, Puig resalta que desde que comenzó la crisis en el año 2008 Aldeas Infantiles SOS ha duplicado el número de niños que se atienden dentro y fuera de España, sobre todo, en los programas dedicados al fortalecimiento familiar, dedicados a atender, precisamente, a estas familias que están en riesgo de pobreza y exclusión social. Además, han aumentado de nueve a 20 los centros de día en España. "La novedad es que nosotros nunca, antes de 2009, hemos ofrecido temas asistenciales, ni comida, ni ropa, ni material escolar. Pero desde que comenzó la crisis hemos tenido que diseñar programas para poder repartir ayuda en estos centros de día", añade.
UNA LEY SIN RECURSOS
En agosto de 2015 se aprobó la Ley de la Infancia que, para Puig, ha sido una ley "muy consensuda" y "pionera" en numerosos aspectos. Así, es la primera ley que contempla el interés superior del niño, prioriza el acogimiento familiar sobre otras formas de acogimiento, establece los derechos y deberes de las familias de acogida y dicta que "ningún niño menor de 3 años debe estar en un centro, siempre debe de estar en familia", explica.
El problema de la ley para el presidente de Aldeas Infantiles es que ahora las Comunidades Autónomas deben adaptar la ley a sus medidas autonómicas y, sobre todo, debe de ir acompañada "de una partida de presupuestos importante", incide. "De nada sirve hacer una ley muy bonita si no se ponen recursos para llevarla a cabo", concluye.
Aldeas Infantiles SOS, recientemente galardonada con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia, es una organización internacional, privada, de ayuda a la infancia, sin ánimo de lucro, interconfesional e independiente de toda orientación política, fundada en 1949 en Imst (Austria) y con presencia en 134 países.
