Desde siempre, Juan Carlos y Daniel Mackintosh han vivido rodeados de cañas, carretes, sedales. Padre e hijo han compartido su pasión por el arte de la pesca, primero desde su variante deportiva, una modalidad en la que se crea una conexión especial entre el pescador y su pieza, que acerca el ritual de captura a los orígenes de esta actividad milenaria y entronca con una concepción de la pesca más sostenible y respetuosa con la biodiversidad y el entorno.
En 2008, la llegada de las vedas de la pesca del atún a las costas gaditanas hace que el patriarca de esta saga de pescadores ubicada en Tarifa se formule el tipo de pregunta clave que tarde o temprano se hace todo buen emprendedor: ¿Qué pasaría si se aplicaran las técnicas y la filosofía de la pesca deportiva a la pesca profesional del atún? Unos años después llegó la respuesta en forma de inversión y de proyecto. “En 2015 compramos un barco y convertimos nuestro hobby en nuestra profesión”, destaca Daniel Mackintosh. Acababa de nacer JC Mackintosh, una empresa que está revolucionando las técnicas de pesca del atún rojo salvaje.
Una pesca sostenible
Aplicar la filosofía de JC Mackintosh a la faena diaria en las aguas de Atlántico no ha sido una terea sencilla. Y es que, el sistema de pesca que estos disruptivos pescadores utilizan para sus capturas se aleja de los usos convencionales para abrazar unos modos mucho más artesanales y sostenibles. “Un rasgo que nos hace diferentes es que cuando salimos a la mar siempre vamos a por calidad, nunca pensamos en cantidad”, explica el fundador, Juan Carlos Mackintosh. Esa apuesta por la sostenibilidad y el cuidado de la naturaleza hicieron que Banco Santander reconociese esta empresa como Pyme del Año de la Provincia de Cádiz en los Premios Pyme de 2022.
La apuesta por la sostenibilidad y el cuidado de la naturaleza de JC Mackintosh le ha valido el reconocimiento como Pyme del Año de la Provincia de Cádiz en los Premios Pyme 2022 de Banco Santander
Para desarrollar sus técnicas, en 2016 los Mackintosh realizaron un viaje a Japón, donde fueron instruidos por los mejores del mundo en técnicas como el Ike-Jime, un método de sacrificio del pescado que reduce el sufrimiento del animal al tiempo que mantiene intactos el color, sabor y textura de su carne. Además de estas ventajas, el Ike Jime alarga la vida útil del pescado y potencia su sabor.
Todo sucede a bordo
El atún rojo es un alimento muy apreciado, además de por su delicado sabor, por su alto contenido en proteínas, vitaminas y minerales. Para su pesca, el equipo de profesionales de JC Mackintosh aplica técnicas de origen japonesas que cuidan al máximo el proceso y que se resumen en ‘Los 5 Pasos Mackintosh’: pesca sin sufrimiento, sacrificio Ike-Jime, desangrado completo, eviscerado y enfriamiento controlado.
Todo comienza con la propia técnica de captura, un modelo basado en la fórmula “un hombre, un anzuelo, un atún”, describe el patrón de barco Daniel Mackintosh. Se realiza pieza a pieza, mediante caña tradicional y con un sistema japonés patentado denominado Green Stick®, que reduce el estrés del animal durante la captura aturdiéndolo con una descarga eléctrica que es aplicada desde el mismo sedal.
El atún rojo es un alimento muy apreciado, además de por su delicado sabor, por su alto contenido en proteínas, vitaminas y minerales
El momento del enganche es especialmente delicado, ya que hay evitar las hemorragias y daños en las zonas de carne comestible. Una vez izado al barco, se aplica la técnica de sacrificio Ike-Jime, que provoca la muerte cerebral del animal para que deje de sufrir, y el sangrado de la pieza, que deberá realizarse a la mayor brevedad y a una temperatura lo más baja posible. “Después hacemos el eviscerado y a la piscina de agua nieve para mantenerlo fresco”, comenta el joven Mackintosh. Todo este proceso se repite meticulosamente con cada pieza. ¿El resultado? “Una carne que no está tensa, que no huele gracias al sangrado y una calidad de atún espectacular”, resume el joven.
La apuesta por la calidad y la sostenibilidad que despliega esta firma gaditana es apreciada por muchos de los mejores chefs de España. Uno de los rasgos diferenciadores de la empresa es que no acumulan stock ni congelan pescado. Todo su producto se vende fresco. “Nosotros solo trabajamos bajo demanda, es decir, solo pescamos los ejemplares que ya tenemos vendidos de antemano”, expone Daniel Mackintosh.
Reconocimiento
La decidida y valiente apuesta por el cuidado de la naturaleza que defiende esta pequeña empresa de Tarifa le ha permitido convertirse en la primera pesquería de atún rojo en España (tercera en el mundo) en obtener el sello de pesca sostenible MSC. Además, hay que recordar su reconocimiento como Pyme del Año de la provincia de Cádiz, otorgado por Banco Santander. Y es que, el vínculo de la entidad con esta empresa va más allá de este reconocimiento. El apoyo de Banco Santander ha sido, de hecho, constante en la evolución de esta joven empresa desde sus inicios. “Sin su ayuda, financiación y su apuesta por nuestros proyectos, nada de esto habría sido posible”, destaca Juan Carlos Mackintosh. Gracias a este soporte, JC Mackintosh, que cuenta ya contres barcos pesqueros en propiedad, sigue haciendo crecer un modelo de pesca sostenible en el que, insiste su fundador, “no todo vale a la hora de salir a la mar, sino que lo más importante es preservar la enorme riqueza de diversidad que tenemos en el estrecho de Gibraltar”.
Conoce las iniciativas de Banco Santander para apoyar a las pymes y a las empresas