El ubetense Joaquín Sabina y el catalán Joan Manuel Serrat están de gira por Chile y no han dudado en expresar sus opiniones sobre la situación de España y las recientes fricciones de empresas españolas con los gobiernos de Argentina y de Bolivia. Serrat ha defendido que "son los problemas de un Gobierno determinado que adopta la decisión de nacionalizar parte de una compañía multinacional. Yo no soy Repsol, no me siento agredido". Sabina confirmó esta tesis asegurando que "además llevamos años defendiendo la empresa pública y no nos vamos a quejar ahora".
Estas declaraciones las han realizado los dos músicos en una rueda de prensa multitudinaria en Santiago, en la que han hablado sobre nuestro país pero también sobre temas de actualidad concernientes a América Latina.
"Hemos hecho unas canciones indignadas, porque nosotros estamos indignados"
El jienense afincado en Madrid es mucho más duro al hablar de la situación de España y asegura sin cortapisas que nuestro país está "como el culo". Y desvela además que el nombre de su último disco al alimón con Serrat ("La orquesta del Titanic") tiene que ver con la situación del país: "Es un barco que se hunde y nosotros decidimos seguir el maravilloso ejemplo de sus músicos, de seguir tocando, que es lo único que podemos hacer para llevar un poco de alegría al corazón de la gente". "Queremos que salgan unas canciones indignadas, porque nosotros estamos indignados".
Contra la austeridad europea
Serrat, en un tono más diplomático, denunció además las políticas de austeridad que se están aplicando en Europa y reclamó a los políticos españoles que encuentren soluciones para solventar los problemas que realmente importan a la sociedad.
"Para mi tienen mucho más interés las reformas que se están aplicando en España como los recortes a la sanidad, los recortes a la educación, los recortes la investigación y a las libertades y la angustia de que cualquier cosas vale para conseguir un trabajo", dijo el cantautor del Poble Sec, barrio de Barcelona a las faldas de Montjuic.
