Es uno de uno de los mejores festivales de teatro clásico de verano que los amantes de las artes escénicas pueden disfrutar sin salir de la Comunidad de Madrid: la XVI edición de los Clásicos en Alcalá de Henares. Este año, el programa incluye montajes en 12 espacios (incluyendo su famoso Corral de Comedias), 29 compañías invitadas (tres de ellas internacionales) y 47 funciones. Todavía es posible disfrutar de muchos de ellos. Este añio, la programación se vuelca en Shakespeare y Cervantes, de quienes este año se celebra el cuarto centenario de su muerte. El repertorio cervantino incluye desde Rinconete y Cortadillo, una adaptación de Alberto Conejero de la novela ejemplar, que logró un gran éxito en los Teatros del Canal, hasta la compañía Ron La Lá con La Cervantina, un magnífico e irónico montaje musical construido con distintas obras del autor del Quijote. Hasta el 3 de julio podrán verse todavía estos cinco montajes.
El hamlet de Kamikaze. Este montaje fue una de las grandes apuestas del Teatro de La comedia y ahora puede verse, una vez más en el festival clásico de Alcalá. Es una de sus piezas estrella. Y vaya que sí. El Hamlet de Miguel del Arco que se presenta en esta versión hace honor al nombre de la compañía, Kamikaze Producciones, que lleva la tragedia a sus límites. El montaje tiene momentos de riesgo, compasión y estremecimiento. Nunca deja caer la tensión y además conserva el énfasis shakesperiano del teatro dentro del teatro, una idea acotada desde la escenografía: todo ocurre enmarcado en un telón que sirve de metáfora y recurso escénico. Valga decir que en Hamlet la percha del cuarto centenario del dramaturgo es una anécdota. Escrita alrededor de 1600 y 1601 -según Stephen Greenblatt, autor de la biografía definitiva de Shakespeare-, la ambigüedad, la ambivalencia y la desorientación de Hamlet están tan cerca de la sensibilidad de nuestra época que no necesita ocasiones o motivos para ser representada. La sustancia de esta historia ocurre día a día desde hace más de 400 años. Ya se sabe: los clásicos hablan en prosa y en verso… también a gritos. Por eso aun hoy retumban con fuerza. Podrá verse hasta el 3 de julio en el Salón Teatro Cervantes, a las 21.00 horas.
Clásicas envidiosas. El jueves 30 de junio y el 1 de julio, la Compañía Martelache presenta un montaje basado en la obra de Shakespeare. La historia comienza en el acto tercero, escena primera de Hamlet, Príncipe de Dinamarca. Esta maravillosa escena lleva interpretándose cuatrocientos años, pero esta noche algo no va bien. Ofelia se rebela y rechaza la idea de suicidarse. La doncella está cansada de su papel pasivo de dama frágil y desequilibrada por lo que decide que quiere vivir y disfrutar de la vida. Ante esta nueva línea de acontecimientos, Hamlet se ve obligado a prometerse con la dama y comenzar los festejos. A partir de aquí los acontecimientos y situaciones serán cada vez más locos y sorprendentes. Es, sin duda, un montaje valiente que busca sacar punta y peripecia al clásico, pero incluso algo más. En el teatro isabelino, la época dorada del teatro inglés, las mujeres no podían actuar, por eso en este montaje-homenaje.
La triste figura. El sábado 2 y domingo 3 de junio, en pleno cierre de Clásicos Alcalá, David Espinosa ofrece al público una instalación performativa sobre el uso de la imaginación y su relación con la percepción y el significado inspirada en la novela de Cervantes Don Quijote de la Mancha. El lector/espectador explorará la dicotomía entre realidad y ficción, la relación entre imagen y sonido, las disfunciones en la percepción que nos conducen a la locura. Un juego formal que potenciará nuestra capacidad de imaginar, intentando mantener siempre ese sentido del humor tan alabado de la obra Cervantina. Conectada a la idea de novela polifónica, la instalación se caracteriza por el barroquismo y la simultaneidad, una cosmovisión que interpreta la realidad desde varios puntos de vista superpuestos al mismo tiempo, mezclando sin prejuicios el lenguaje vulgar con lo poético, la comedia con la tragedia, la filosofía y la sátira. Podrá verse en el Antiguo Hospital Santa María la Rica, a las 18.00 horas.
La ruta de Don Quijote. En 1905 se conmemoró el III centenario de la aparición de la primera parte del Quijote, el diario madrileño El imparcial, envió a una de sus más conocidas y respetadas plumas a La Mancha, para repetir el camino que el ingenioso hidalgo recorriera en el libro. Desde su cuarto en una pensión, Azorín (interpretado por Arturo Querejeta) comienza este relato que le lleva por la ruta de Don Quijote, tratando de encontrar, a través de su propio relato y de los lugares y las gentes que encuentra, si algo quedó de las andanzas del caballero.Con su maleta, dos libros, un lápiz, notas y papel, el escritor sigue, primero en tren, y después montado en un carro que guía un confitero de Alcázar de San Juan, los pasos del personaje literario más importante de nuestra literatura. La adaptación teatral de esta aventura trata de partir de este magnífico texto narrativo, periodístico y lindante con lo poético, para convertirlo en una experiencia teatral emocionante. Mediante un castellano de una riqueza, hoy olvidada, el espectador recorrerá lugares por los que cabalgó don Quijote y percibirá el aroma de lo cervantino de una manera íntima y personal. El montaje, de Noviembre Compañía de Teatro y dirigido por Eduardo Vasco, se presenta el domingo 3 de julio a las 21.00 horas
Don Gil de las Calzas Verdes. Se considera una de las tramas más complejas del Siglo de Oro Español, presenta un auténtico tour de force del ingenio de "Don Gil-Tirso", quien concede a Duña Juana la posibilidad devengar el engaño del que ha sido objeto. Fue estrenada por Tirso de Molina en 1615 y se considera una de las mejores comedias del enredo del Barroco Español. Así, la compañía Bufa ha decidido agilizar los versos y escenas para alimentar esa sucesión alocada de apariencias y disparates que es el Don Gil. La obra podrá verse en El Corral de Comedias el sábado 2 y domngo 3 de junio.