La convivencia entre vecinos es en muchas ocasiones una misión a veces imposible y las situaciones más disparatadas, aquellas en las que se pone a prueba la paciencia y el temperamento, han sido inspiración de ficciones como la famosa historieta de Francisco Ibáñez 13, Rue del percebe, la película de Álex de la Iglesia La comunidad o las temporadas de las series de televisión Aquí no hay quien viva o La que se avecina. Ahora, también de la comedia negra Alimañas, el debut en la dirección de la pareja creativa Jordi Sánchez y Pep Antón Gómez, tras trabajar más de dos décadas en guion, teatro o televisión.

Jordi Sánchez (conocido por su papel como actor en La que se avecina) y Pep Antón Gómez (que ha desarrollado en carrera en el teatro) empezaron su carrera profesional juntos con la obra Mitad y mitad (2000) y esta película es la adaptación al cine de aquella obra de teatro, que tuvo su primer borrador de guion en 2004 y que desde entonces ha dado "mil tumbos" hasta hacerse realidad.

En Alimañas, dos hermanos, a quienes dan vida el propio Sánchez y Carlos Areces, creen que su madre anciana ha fallecido. Mientras uno busca sin descanso pistas sobre una jugosa herencia que en teoría les ha dejado, el otro guarda un silencio sospechoso. Entretanto, una nuera busca su trozo de pastel, un grupo de vecinas cotillean sin descanso escuchando con vasos a través de la pared y una joven pareja okupa está a punto de traer un bebé en el edificio. Loles León, Sílvia Abril, Carmina Barrios, Pilar Bergés y Antonio Resines completan el reparto.

Según ha señalado Pep Antón Gómez a Vozpópuli con motivo de su estreno en los cines este viernes, Alimañas es una "comedia negra", pero también un "vodevil con pasillos, con subidas, bajadas y puertas" al que, a pesar de tratarse de su debut en la dirección cinematográfica, han llegado con mucha experiencia y "muy bregados". "No es un salto al vacío, llevamos toda la vida entre platós y folios, escribiendo y rodando. Era como el proceso natural, porque hemos hecho mucho teatro y mucha televisión", coincide Jordi Sánchez.

Jordi Sánchez y Pep Antón Gómez proceden de un "barrio humilde de clase baja en Barcelona" y, al igual que ocurre con los protagonistas de su película, ellos también se han criado "entre vecinos, en la calle"

Según cuenta el actor, guionista y ahora director, responsable, entre otros trabajos, de la historia y el guion de Krámpack (2000), de Cesc Gay, tanto él como Pep Antón Gómez proceden de un "barrio humilde de clase baja en Barcelona" y, al igual que ocurre con los protagonistas de su película, ellos también se han criado "entre vecinos, en la calle".

"Es un mundo que conocemos bien y que dominamos, aparte de que llevo 15 años haciendo una serie de vecinos. No sé cómo ocurre en otros países. Aquí hay este tipo de vecinos tan reconocibles. Depende de en qué escalera o qué finca estés, igual no te hablas con el vecino, pero si no son los tuyos son los de tu abuela, que han envejecido y unos van a los entierros de los otros, y cuando te falta leche se la pides al de abajo", cuenta.

"Hemos visto el personaje de Carmina Barrio y el de Loles León desde que éramos pequeños. No es una comunidad de vecinos, sino plenamente sedimentada pero que se está hundiendo a la vez. Todos son de la misma edad, el edificio se cae a trozos y les quedan cuatro días. Sabemos bastante de lo que hablamos", agrega Gómez.

Alimañas: una herencia sin cadáver

Por muy disparatado que parezca, los directores de Alimañas aseguran que esta historia de una herencia sin cadáver no se aleja de la vida real. "Seguramente incluso nos quedamos cortos. Todos hemos escuchado historias más o menos cercanas de barbaridaes que se han hecho por culpa de las herencias. Aquí el ejemplo sintomático es que esa historia paralela de los abanicos y que parece surrealista, incluso esa parte de una historia real. La realidad siempre supera la ficción", cuenta Gómez.

En este sentido, Sánchez señala que las situaciones alejadas de la realidad no interesan mucho porque "la gente nos se ríe con ellas", ya que "no se reconoce ni reconoce en ellas a los demás", así que cree que "es mejor no tocarlas mucho".

Los protagonistas de 'Alimañas' son unos "pobres desgraciadillos" en los que al mismo tiempo "se escapa el cariño por todas partes", con los que es imposible no empatizar, según señala Pep Antón Gómez

Aunque uno se imagina al guionista como un profesional que siempre está de guardia, con los oídos a pleno rendimiento, el actor y director asegura que "no hay una voluntad ni un esfuerzo en ser cotilla", aunque reconoce que escuchan y ponen "la oreja" en esos momentos en los que "otros van a su rollo", y no pierden, por tanto, la oportunidad de observar.

En cualquier caso, aunque Alimañas dirige la mirada del espectador hacia "el lado mezquino de los personajes", Gómez apunta que se presentan como "pobres desgraciadillos" en los que al mismo tiempo "se escapa el cariño por todas partes", con los que es imposible no empatizar. "Esta es una comedia negra pero no es desagradable porque piensas: ¿Y qué van a hacer si no son así?".

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