Alta Films, la distribuidora, productora y exhibidora de referencia de cine de autor en España, agoniza. Solo un milagro podría evitar poner fin a tres décadas de cine, y su presidente, Enrique González Macho, así lo ha reconocido este jueves. El también presidente de la Academia de Cine español no ve forma alguna de seguir adelante con su actividad cinematográfica a no ser que aparezca milagrosamente un inversor que relance una empresa que, a día de hoy, cuenta con cuatro salas de cine y 26 trabajadores, aunque originariamente llegó a contar con 500. "Llevo pensando cinco o seis meses sobre esta decisión y veo que no hay forma de salir, salvo que venga la virgen María, algo en lo que no creo demasiado, o un chinito, que son los únicos que pueden hacer milagros hoy día", ha explicado en declaraciones a Efe. Alta Films contaba con un porcentaje "pequeño" en el mercado global -el 4 o 5 por ciento- aunque "muy fuerte" en cine de autor y la distribuidora de referencia en España desaparecerá "salvo que aparezca un chino con dinero".
González Macho ha reiterado que no se dedicará más a la distribución, exhibición y producción, una decisión "dura" para quien lleva 40 años acercando con Alta Films al público lo mejor del cine independiente de todo el mundo en versión original. Las salas Renoir de Princesa, Plaza de España y Retiro, en Madrid, y Floridablanca, en Barcelona, permanecerán abiertas por ahora; "todas las demás están cerradas", apunta quien durante años ha llevado a más de 200 cines de toda España las películas de los directores que despuntaban en los festivales más importantes del mundo, de Nanni Moretti a Eric Rohmer, pasado por Danny Boyle o Steven Soderbergh.
El nombre de Enrique González Macho (Santander, 1948) está asociado, como productor, también a la mejor filmografía española de las últimas décadas, con títulos como "La noche de los girasoles" (2006), de Jorge Sánchez-Cabezudo; "Te doy mis ojos" (2003), de lciar Bollain, o "Fuerte Apache" (2007), de Jaume Mateu Adrover.
El IVA y la falta de interés de las televisiones, principales razones
Todo eso se acaba; "no veo salidas", dice el productor, quien además de la subida del IVA, cuya incidencia en su decisión de cerrar Alta Films "es difícil de cuantificar", señala como motivo destacado la falta de interés de las televisiones en el cine independiente, en especial de RTVE, que lleva "ni se sabe" sin comprarlo y "además ha anunciado que no lo va hacer", apunta. "No se puede concebir el cine si no hay televisiones detrás, ni aquí ni en ninguna parte del mundo, porque el vídeo está muerto y las nuevas tecnologías no funcionan y no hay más, si se cierra esa puerta, que es esencial, pues apaga y vámonos", ha añadido.
La piratería en internet es otra de las fallas del sistema a juicio de González Macho, quien describe el problema muy gráficamente: "La legislación no funciona un carajo". Preguntado por qué puede hacer el sector ante este problema, el presidente de Alta Films ha señalado: "Nosotros nada, depende del poder político".
El problema del cine, según González Macho, es que no se aborda como un problema global: "El cine ya no se puede contemplar como una cuestión de salas, o de vídeo o de tecnologías, es un asunto audiovisual en el que entra todo, y si en el gazpacho falta algo, pues sale soso".
González Macho, que recuerda que es también fundador de la plataforma de internet Filming, no tiene intención por ahora de dedicarse a la distribución en esa ventana, porque, asegura, "la red es futuro pero no es realidad. Lo dije hace cuatro años y seguimos igual". Internet "no tiene un peso económico dentro de la industria del cine", afirma "y tampoco lo tendrá en el futuro inmediato", agrega, y recuerda que la red "no es sostén del cine en ninguna parte del mundo, incluido EEUU".
Sobre la Comisión para el nuevo modelo de financiación del cine español, de la que forma parte como presidente de la Academia, González Macho ha afirmado que, por ahora, "la cosa va correctamente, bien", aunque ha añadido que no hay fecha prevista para sus conclusiones, ni cree "que lo sepa nadie", porque aún faltan "muchos puntos" por abordar.
Ahora le toca la penosa tarea de cerrar una empresa que llegó a contar con 500 trabajadores; "ahora somos 26, y dentro de un par de meses serán ocho o diez, lo que quede para liquidar...".