El pintor Antonio López García (Tomelloso, 1936) ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2012, concedido por el Gobierno de Navarra para reconocer la trayectoria de personas o entidades relevantes en el mundo de la cultura. La dotación del premio, que ha sido designado por unanimidad, es de 25.000 euros.
El fallo ha sido anunciado este miércoles en rueda de prensa por el consejero de Cultura, Turismo y Relaciones Institucionales del Ejecutivo foral, Juan Luis Sánchez de Muniáin, que ha comparecido junto con el pintor Juan José Aquerreta, Premio Príncipe de Viana 2003, que ha presentado la candidatura, y el presidente del jurado, Fernando Redón, Premio Príncipe de Viana 2004.
En su intervención, Sánchez de Muniáin ha indicado que Antonio López es "uno de los más prestigiosos y relevantes artistas contemporáneos", así como "una persona comprometida con la difusión artística y la creatividad, también en Navarra". "El Premio Príncipe de Viana 2012 aúna en la figura de Antonio López la trascendencia universal de la obra del pintor junto con la dedicación personal que ha prestado a sus discípulos en Navarra, con un trabajo directo y cercano", ha expuesto.
Un pintor de lo cotidiano
Antonio López ha sido situado al margen de los sucesivos prototipos estilísticos que han ido generando las vanguardias artísticas del siglo XX, incluso de aquellos que han tenido que ver con el realismo. Sus cuadros se desarrollan a lo largo de varios años, décadas en ocasiones, con una plasmación lenta, meditada, buscando plasmar la esencia misma del objeto o del paisaje.
El pintor busca entre la realidad que le rodea aquellos aspectos cotidianos, que él recoge con un tratamiento pleno de detallismo, rozando lo fotográfico. Sus preferencias van desde las vistas de Madrid hasta los retratos de sus familiares, pasando por los objetos más cotidianos y cercanos.
Antonio López ya fue galardonado en 1983 con la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes y en 1985 con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes. En 1993, fue nombrado miembro de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; en 1998, del Real Patronato del Museo del Prado; y en 2004, de la América Academy of Art and Letters de Nueva York.
