El Ayuntamiento de Madrid está "trabajando mano con mano con la Fundación Norman Foster" para resolver los "pequeños inconvenientes" que por el momento impiden la prevista instalación de su sede en un palacete que compró en el centro de la ciudad. Así lo ha señalado hoy la delegada madrileña de Urbanismo y Vivienda, Paz González, en respuesta en la comisión municipal del área a una pregunta del concejal de UPyD Mariano Palacios.
La delegada de Urbanismo, que no ha concretado ningún detalle sobre los contactos que el Ayuntamiento mantiene con la Fundación Norman Foster, sí ha dicho que no tiene constancia de la renuncia de ésta al proyecto que presentó para instalarse en ese edificio protegido de la calle de Montesquinza, que adquirió en 2013.
El proyecto del arquitecto inglés Norman Foster de abrir una sede en Madrid que acogería parte de sus fondos chocó hace unas semanas con la rigidez de la normativa urbanística aplicable a los inmuebles protegidos por su interés arquitectónico.
El pasado 8 de noviembre, el Ayuntamiento de Madrid anunció que la Fundación instalaría su sede en un palacete del centro de la ciudad, donde se celebrarían actividades relacionadas con la arquitectura, el urbanismo, el diseño y el arte. El Gobierno de Ana Botella aprobó ese día un Plan Especial de acuerdo al proyecto planteado por Foster para el palacete, que data de 1902 y tiene una superficie de 1.704 metros cuadrados.
El problema llegó cuando tocó revisar el proyecto en la Comisión de Patrimonio que integran la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento, que en su día dio el visto bueno a la iniciativa. En esta comisión no se aprobó la idea del equipo de Foster de abrir huecos en el inmueble para colocar una pasarela y el fallo fue positivo pero con prescripciones obligatorias que modificaban el proyecto.