Ninguno de los 16 escritores que debía firmar libros este miércoles entre las 11 y las 12 horas en las carpas del Fnac El Triangle de Barcelona ha acudido al encuentro, en solidaridad con la huelga de 24 horas que ha convocado parte de la plantilla coincidiendo con Sant Jordi. Y el número fue a más a lo largo del día: 54 autores no se presentaron.
Joan Roca, Almudena Grandes, Juan José Millás, Enrique Vila-Matas y Judit Mascó son algunos de los autores que han dejado vacía su silla, ante el nerviosismo de los fans, que exigen unas explicaciones a la organización que no encuentran. Tampoco han acudido a la cita los escritores que debían participar a partir de las 12 horas, entre los que destacan Forges, Màxim Huerta, Fernando Ónega, Patricia Pérez, Rocío Ramos, Romain Puértolas y Carla Montero.
Las casetas en las que deberían estar firmando los escritores, que cambiarían a cada hora, han permanecido vacías toda la mañana y los organizadores avisaban en cada turno si se presentaba o no el autor previsto. Algunos de los escritores ya habían anunciado anteriormente su ausencia en esta firma de libros, pero otros han optado por no presentarse: Andreu Buenafuente, Toni Albà, Jair Domínguez, Roc Casagran, Antonio Baños, Marta Pérez Sierra, Carmen Amoraga, Jaume Barberà y Eduard Voltas.
Durante toda esta mañana, en las puertas de la Fnac El Triangle han permanecido medio centenar de piquetes que repartían panfletos entre quienes entraban en el centro comercial y les informaban de sus reivindicaciones laborales.
Reivindicaciones laborales
Mientras los lectores esperan a que acudan sus escritores favoritos, medio centenar de trabajadores protesta ante las puertas del Fnac El Triangle e informa a los ciudadanos del motivo de sus reivindicaciones.
Según han afirmado, el 60% de los trabajadores tiene contratos a tiempo parcial y cobra unos 500 euros al mes, y la empresa "prácticamente ha eliminado la contratación a tiempo completo".
El sindicato ha criticado que los trabajadores sufren "un alto porcentaje de rotación de plantilla, estrés y una carga laboral desbordada, comportamientos abusivos, presiones constantes para alcanzar los objetivos comerciales, control, tutela y vigilancia constante y obsesiva de los movimientos de los trabajadores".