El rey ha recibido en su despacho del Palacio de la Zarzuela al presidente del Real Patronato del Museo del Prado, Plácido Arango, con quien ha repasado el estado de los proyectos impulsados durante sus cinco años al frente de esta institución, que concluyen el próximo junio debido a la negativa de Arango de no presentarse a la reelección para un nuevo mandato.
Plácido Arango, empresario y coleccionista de arte, fue nombrado presidente del Patronato para un periodo de cinco años el 26 de julio de 2007, tras el fallecimiento de Rodrigo Uría a consecuencia de un infarto y en vísperas de la inauguración de la ampliación del museo en el claustro de los Jerónimos.
El pasado día 24, durante una reunión del pleno del patronato presidida por el ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, hizo oficial su intención de no continuar en el cargo y, posteriormente, argumentó ante los medios informativos que "cinco años son suficientes y hay que dejar paso al relevo".
Entre las principales iniciativas llevadas a cabo bajo su presidencia, Arango, que seguirá como patrono de honor sin derecho a voto, destacó los proyectos internacionales del Prado, la ampliación del Patronato, la reorganización de las colecciones del museo y la adquisición del cuadro del pintor flamenco Pieter Brueghel el Viejo El vino en la fiesta de San Martín.
Nacido en Tampico (México) de padres emigrantes asturianos, Plácido Arango es miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, vocal del Patronato de la Fundación Príncipe de Asturias -de la que fue presidente-, fundador y expresidente del Grupo Sigla (actual GrupoVips) y exconsejero del BBVA.
Apasionado por la pintura, cuenta con una de las mejores colecciones privadas de España y está considerado como el poseedor de la mejor colección de obras de arte de México. Hijo Adoptivo de Asturias, posee la Gran Cruz de Isabel la Católica, la Gran Cruz del Mérito Civil y la Medalla de Oro del "Spanish Institute" de Nueva York, así como la Medalla de Oro a las Bellas Artes. El ministro Wert anunció el día de su renuncia a la reelección como presidente del Patronato del Prado que propondría que se le concediese la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio.
