Cinco cuadros de Francis Bacon valorados en casi 30 millones de euros. Ese es el botín del que podría ser el mayor robo de piezas de arte contemporáneo acaecido en nuestro país en varias décadas. La investigación está siendo llevada a cabo con la mayor discreción posible desde que el pasado mes de junio tuviese lugar la sustracción en un edificio de viviendas situado entre el Senado y la Plaza de Oriente.
El propietario de las pinturas era amigo del pintor, quien se las dejó en herencia. Según revela el diario El País, la Policía rastrea desde hace meses todas las posibles vías por las que las obras pueden haber escapado, tanto dentro como fuera de nuestro país. Se cree, sin embargo, que los cuadros todavía estarían en territorio nacional. La cotización de la obra del pintor irlandés es una de las más elevadas.
Por Arco, la feria de Arte Contemporáneo de Madrid, no ha habido rastro de los cuadros robados
Lo insólito del robo es que se produjo en una zona bastante vigilada, justo al lado del Senado, en la calle de la Encarnación. Al parecer, los ladrones entraron en el domicilio cuando su propietario no estaba y lograron desconectar la alarma. Nadie del edificio ni de los alrededores fue capaz de descubrir lo que se estaba gestando. Por lo que ha trascendido, no hay ni huellas ni pistas claras que permitan saber de quién se trata.
Francis Bacon (1909-1992) visitaba Madrid con frecuencia, donde mantenía numerosas amistades. Fue en esta misma ciudad donde falleció en 1992, a los 82 años. Por Arco, la feria de Arte Contemporáneo que se ha celebrado hace escasas fechas en Madrid, parece que tampoco ha habido rastro de los cuadros sustraídos. Colocar una de las obras robadas en estos escenarios resulta una tarea casi imposible, según los expertos.