Como todo buen escritor, Félix de Azúa sabe contar historias y entretener con ellas, y este domingo lo ha demostrado al convertir su discurso de ingreso en la Real Academia Española en un ameno "cuento" con el que ha evocado sus comienzos literarios y su pasión por las novelas de aventuras caballerescas.
En un acto presidido por el ministro de Educación y Cultura en funciones, Íñigo Méndez de Vigo, y ante más de quinientos invitados, el poeta, novelista y ensayista catalán leyó su discurso, titulado "Un neologismo y la Hache", al que luego respondería Mario Vargas Llosa.
EN DIRECTO en #Periscope: https://t.co/yIVb3Er1HI
— Karina Sainz Borgo (@karinasainz) March 13, 2016
El curioso título del discurso le sirvió a De Azúa (Barcelona, 1944)) para rendir homenaje a su antecesor en el sillón "H", Martín de Riquer, fallecido en septiembre de 2013, y para contar cuánto le debe a ese gran medievalista y experto en Cervantes, cuya erudición influyó en cierto modo en la amistad entre Carlos Barral y Vargas Llosa.