Cultura

Los Chaplin y Gerarda “in Pictures"

Gerarda es un personaje singular. Además de actriz, bailarina y un montón de cosas más es clarividente, desprendida, generosa y de las pocas voces que oigo hablar maravillas del cine español

Gerarda no es otra que Geraldine Chaplin -si, la hija de Sir Charles “Charlot” Chaplin- hija también de una madre (Oona O‘Neill) cuyo padre fue un ilustre dramaturgo Premio Nobel y Premio Pulitzer. Su abuelo materno era pues el gran Eugene O’Neill, por tanto descendiente directa de aquel Mambrú que “se fue a la guerra, que dolor, que dolor, que pena“ de la canción infantil.

Lo de Gerarda viene algo después de cuando en 1965 rodo aquí en Madrid Doctor Zhivago del director David Lean. La castellanización del nombre quizá data de cuando unos cuantos nos reuníamos en el livingroom de la casa de Carlos Saura en la calle Atocha de Madrid y el grupo hacíamos como brujas corujas akelarres sobre la actualidad del cine en un momento dónde solo la revista Fotogramas (casi todos colaborábamos en la publicación faro y guía irrepetible) de la familia Nadal.

Cuando Saura se cansaba de tanta maledicencia (Gerarda trabajó en sus películas Peppermint frappé, Ana y los lobos, Cría cuervos, Elisa, vida mía y Mamá cumple cien años y con la que tuvo a su hijo Shane) huía de la estancia para refugiarse en su sancta-santorum para afinar ideas. Gerarda, al rato, nos llevaba al final de un pasillo y nos hacía escrutar por el ojo de la cerradura: El cineasta de reflexionaba arreglando piedras de mechero de algún encendedor y reciclaba bolígrafos BIC escribe Fino, BIC Naranja escribe Normal.

Nació en 1944 en Santa Monica, California, pero vivía con su familia apenas a un kilómetro de la playa, en Hollywood, justo en el cruce de La Brea y Fountain Avenue. Mitad Hogar mitad Estudio y Set de rodaje de papá Chaplin, allí estaban frente a la tienda del chicano Arturo’s Flowers. La parcela es hoy mitad Ralph’s Market y los estudios de grabación AM Records de los herederos de Herb Halper & The Tijuana Brass. Creció allí con el mejor y peor cine de su padre; esto es, El Gran Dictador, Tiempos Modernos,… y Candilejas, Luces De La Ciudad, La Condesa de Hong KongLa Caza de Brujas echo literalmente a los Chaplin de aquellos parajes (incluso la comunidad judía no ayudo demasiado) tildándolos de filocomunistas. ¡Manda cojones!

Gracias a aquello y a su instalación en Suiza también la tenemos aquí desde 1980, como una madrileña más en su casa esquinada de la plaza de Santa Isabel (se la conoce como Opera) donde simultanea su cotidianeidad con su compañero y Director de Fotografía, el latino Patrizio Castillo, y su hija Oona, y la casa frente al lago suizo. Gerarda mientras rueda películas (Amar en Madrid de Eduardo Milewicz, El Orfanato y Lo imposible (Juan Antonio Bayona), El apóstol (Fernando Cortizo), Miguel y William (Inés París), Teresa, el cuerpo de Cristo (Ray Loriga), En la ciudad sin límites (Antonio Hernández) en España y muchas para David Lean, Robert Altman, Alan Rudolph, Alain Resnais, Martin Scorsese, Claude Lelouch, Richard Attenborough, etc., no tiene necesidad que hacer lo que hacen otros famosos y necias en preclaro declive -como Sofía Loren, Jacqueline Bisset, Marisa Berenson, Richard Gere, etc.- que van por Festivales o Certámenes de nula categoría y rigor, a golpe de talonario de 100 mil euros por una sola aparición y la monserga de una cena con fotos con las autoridades locales y sus familias.

Gerarda aparte de hablar de lo mucho bueno que tiene de exportable el cine español se ha incorporado a un excelente trabajo. Protagoniza un proyecto de cine multimedia de nombre "Panzer Chocolate", una historia de terror que se desarrollará en una película y una aplicación móvil, y que se trasladará también a formato videojuego y al cómic.

La historia principal o fuente está acompañada de subtramas o historias paralelas con diferentes personajes que ampliarán el universo del argumento.

La productora de capital privado Silencio Rodamos informa que las dos palabras del título tienen relación directa con la época nazi, ya que "pánzer" es el nombre de un carro blindado alemán y "chocolate" hace referencia a una leyenda que cuenta que las tropas de Hitler tomaban unas barritas de chocolate experimentales con metanfetamínas que les daban energía para el combate. Antes del visionado los espectadores se descargan una Apps móvil para descifrar claves secretas que aparecerán en pantalla y resolver partes de la trama que permanecen ocultas.

La película se distribuirá en una primera fase en el mercado asiático (básicamente en China e India), en Europa (especial interés en Alemania y Francia) y Latinoamérica (sobre todo en México y Perú). Después se distribuirá en EEUU.  Cuídate Gerarda del ministro Montoro: tienes casa en España y Suiza y tu padre era un titiritero perro-flauta.

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