Tres semanas después del primer claquetazo de su película Los amantes pasajeros, Pedro Almodóvar se reconoce en su "estado ideal" y asegura que cada sábado va a visitar a Chavela Vargas. En su bitácora de rodaje, que actualiza en Facebook, escribe sin embargo que pronto dirá lo que piensa "de este Gobierno brutal".
El ganador de dos Oscar dice estar completamente volcado en su película número 19. Sin embargo, no evita volcar su opinión sobre la situación de España y las medidas tomadas por el Gobierno durante lo que considera "una situación pavorosa".
"En el plató es el único lugar donde no se siente la vertiginosa ascensión de la prima de riesgo. Sólo leo los titulares de los periódicos, de camino al estudio. Un día de estos tomaré conciencia (ya la he tomado, pero la inercia del rodaje lo aplasta todo) y desde aquí diré lo que pienso de este Gobierno brutal", escribe en el perfil en la red social de su productora, El Deseo.
"Un día de estos, desde aquí, diré lo que pienso de este Gobierno brutal", dice Amodóvar desde el perfil de su Facebook.
Al margen del pesimismo político, Almodóvar vuelve a estar entusiasmado en lo artístico con su vuelta al humor. "Reconozco que éste es mi estado ideal, vivir dentro de los estrechos confines de un rodaje", confiesa. Pero también añade que la veteranía y el éxito no le quitan los nervios: "A pesar de todo, yo sigo cagado", remacha.
Pese al tono cómico de este filme coral, con un reparto en el que figuran nombres como Javier Cámara, Cecilia Roth, Raúl Arévalo, Lola Dueñas o Blanca Suárez, Almodóvar sigue siendo un creador metódico de disciplina férrea.
"No veo a nadie fuera del rodaje, no salgo el fin de semana, no voy al cine, ni al teatro, apenas oigo música (...), no hablo por teléfono, voy a ver a Chavela los sábados, el resto del fin de semana lo paso con mi gato e inclinado sobre el guión para anticiparme a todo lo que queda", asegura.
Y, pese a su satisfacción por haber llegado a "la tercera semana sin bajas", como todo rodaje, el de Los amantes pasajeros también tiene incomodidades, pues hace "mucho calor, más que en Madrid, dentro del avión, con los focos a punto, alcanzamos los 50 grados".
"No veo a nadie fuera del rodaje, no salgo el fin de semana, no voy al cine, ni al teatro, no hablo por teléfono, voy a ver a Chavela los sábados".
"Disponemos de una gran nave para rodar, pero el interior del avión donde transcurre la acción se nos queda chiquito, la grúa prácticamente no cabe y (José Luis) Alcaine se las ve y se las desea para encontrar lugares donde esconder la luz", explica.
Pero para un actor, un rodaje con Almodóvar no es un rodaje cualquiera. "Los chicos, actores y actrices, no parecen sentir ninguna incomodidad (y las sufren, seguro) pero tienen un entusiasmo increíble. Les apasiona rodar juntos. Lo disfrutan muchísimo. Ya tenemos algunos momentos memorables y eso nos estimula mucho", concluye.