Cultura

Las iglesias románicas también hacen frente a los ERE

El conjunto de iglesias románicas de la Vall de Boí  (Cataluña) intentan recuperar la normalidad -y los visitantes- después de la aplicación temporal del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), aprobado a comienzos de año por lo recortes de la Generalitat.

El conjunto de iglesias románicas de la Vall de Boí ha recibido una media de 4.265 visitas al día desde el pasado 16 de junio, fecha en que los centros volvieron a abrir después de la aplicación temporal del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), aprobado a comienzos de año tras los recortes anunciados por la Generalitat.

Según los datos aportados por el Centre del Romànic de la Vall de Boí, del 16 de junio al 23 de julio han pasado por los edificios un total de 17.620 personas, mientras que por el Centre del Romànic lo han hecho 1.262. Los técnicos del organismo destacan “la gran afluencia de personas que han visitado las iglesias desde la reapertura”. Además, recalcan que “la oleada de visitantes se producirá entre ahora y mediados de septiembre”.

En los templos se llevan a cabo visitas guiadas durante los periodos de apertura. Los responsables del Centre del Romànic justifican el ERE por la situación económica. En este caso, indican que el presupuesto de la entidad para este año se ha reducido hasta los 502.000 euros, cuando en 2011 era de 100.000 euros más.

Las seis iglesias principales del románico de la Vall de Boí solo abrirán entre el 16 de junio y el 16 de septiembre, un tercio de los días del año.

Por culpa de ello, se han visto obligados a cerrar iglesias, ajustar horarios y reducir la plantilla. Así, las seis iglesias principales del románico de la Vall de Boí solo abrirán entre el 16 de junio y el 16 de septiembre y durante los puentes festivos. En total, un tercio de los días del año. El único centro que queda abierto como espacio de culto es el de Santa Maria de Taüll.

Esta visión no es compartida por el sindicato CCOO. Un portavoz asegura que se han iniciado una serie de movilizaciones en contra del cierre de la estación de esquí y de las iglesias del románico. Así, recuerda el lema de las manifestaciones: “Volem existir amb el romànic i la estació d’esqui”. El responsable sindical señala que “el proceso de regulación de empleo daña gravemente la estabilidad económica y social de la Vall de Boí y la comarca de la Alta Ribagorça”.

Las iglesias de la Vall de Boí son uno de máximos exponentes del románico catalán. Ocho de ellas fueron designadas en el año 2000 como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

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