Los rodajes de cine español y, en especial, las producciones de cine independiente, afrontan una época difícil y llena de incertidumbres debido, en gran parte, a la preocupación latente de posibles contagios no solo entre el personal artístico o técnico, sino entre figuras imprescindibles e irremplazables que pueden llevar a la cancelación o al retraso de los plazos y, en el peor de los casos, al abandono.
Varias voces de la industria española del cine ven urgente y necesario que se aplique desde el Gobierno una medida que otros países europeos ya han puesto en marcha: garantizar mecanismos para llegar donde los seguros no llegan, y evitar que un contagio pueda echar abajo una producción.
Álvaro Longoria, vicepresidente del European Producers Club (EPC), una red de productores europeos fundada en 1993 que agrupa a alrededor de 140 productoras de 30 países, ha recordado que tras el confinamiento, el EPC propuso a la Comisión Europea un reaseguro que permitiese a los rodajes estar cubiertos en caso de que algunos de los "elementos esenciales" de las producciones se infectasen por covid-19.
Desde entonces, países como Francia, Alemania o Países Bajos lo han implementado, pero otros aún no lo han aplicado, como es el caso de España, cuyo Gobierno trasladó a los productores su intención de llevarlo a cabo a principios de verano pero aún no lo ha hecho. "Desde el punto de vista del productor, es lo peor que te puede pasar: te dicen que lo van a hacer y no lo hacen, y eso es el desastre total", lamenta Longoria.
Esa "incertidumbre" y "falta de acción" pone a los productores en una "situación complicada" y podría amenazar algunos rodajes previstos para este año y, en aquellos casos en los que las fechas no son cruciales, verse pospuestos, con la pérdida de trabajo y de actividad que eso supone en un sector que se enfrenta a un cambio de paradigma desde hace tiempo y a un cambio de modelo en el que grandes plataformas como Netflix o HBO dominan la industria y marcan el compás.
Las autoridades españolas son poco operativas, poco realistas y no comprenden bien cómo funciona la industria"
En este sentido, el productor apunta que los grandes perjudicados por la ausencia de un sistema que garantice la cobertura en caso de bajas por coronavirus no son los grandes estudios y plataformas, que pueden asumir los costes de cancelación y permitirse el "lujo" de retrasar el rodaje, sino las compañías pequeñas, que asumen grandes "riesgos" y a las que esta situación "puede llevar a la ruina".
Longoria critica que "las autoridades españolas son poco operativas, poco realistas y no comprenden bien cómo funciona la industria", lo que les lleva a prometer y "no hacer nada", por lo que advierte de que, si no cambian las cosas, "la producción independiente dejará de existir en breve". "Un retraso de seis meses a Disney no le perjudica tanto, pero a una pequeña productora, que tiene una elevadísima deuda y los números apretados, le afecta mucho", destaca.
Fuentes del Ministerio de Cultura y Deporte han señalado que si las productoras tienen dificultades han de transmitirlas a través del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), que dirige Beatriz Navas, que se ofrece a hablar con los ministerios competentes en la materia.
Las restricciones de Madrid no afectan a los rodajes
"Se puede vivir sin alguien de producción, pero no sin un actor principal"
Pilar de Benito, de Morena Films, no quiere alarmar, pero destaca que la situación es "complicada", ya que "si no se consiguen esos reaseguros y los contagios siguen subiendo se retrasarán muchas producciones". "Se puede vivir sin alguien de producción, pero no sin un actor principal", afirma.
Por ello, hace un llamamiento para que el Gobierno y los diferentes partidos lleven esta cuestión al parlamento, con "una fecha clara", y los rodajes continúen con "cierta tranquilidad", porque en la actualidad corren un "riesgo muy elevado".