La actriz y directora Elena Martín se convirtió en uno de los nombres destacados del cine español en la pasada edición del Festival de Cannes, donde consiguió el máximo galardón de la Quincena de Cineastas con su película Creatura, un filme que se sumerge en el deseo sexual femenino desde una perspectiva menos habitual y que fue aplaudido por el riesgo y por la complejidad del proyecto. Se convierte así en una de las voces imprescindibles del cine dirigido por mujeres que, guste o no, convenza más o menos, ponen sobre la mesa nuevos temas o, al menos, formas diferentes de abordarlos.
"Estamos muy acostumbrados a ver sexo en el cine, o a ver cómo se sexualizan muchas escenas, pero no es tan común -aunque Creatura no es la primera película que lo hace- hablar de la intimidad del sexo y hablar de ello como algo importante en la vida que define la identidad de las personas, que construye o destruye la autoestima", defiende Elena Martín en una entrevista concedida a Vozpópuli con motivo del estreno este viernes de su nueva película.
Para esta directora, que debutó en la dirección con Júlia ist (2017), el sexo se cuenta cinematográficamente como "una convención", en la que se inventan "imágenes y actitudes influidas por el porno y por la mirada masculina", y ha ocupado un "momento de transición, de "resolución de conflictos" o solo como "enganche", pero nunca como tema protagonista. En Creatura, en cambio, Elena Martín y Clara Roquet, guionistas del proyecto, ponen el foco en esta dimensión desde la edad adulta, la adolescencia y la infancia.
Creatura narra la historia de Mila (Elena Martín), una mujer que acaba de mudarse a la casa de su pueblo junto a su pareja (Oriol Pla). Allí, en el idílico costero en el que empiezan una nueva vida, ella se enfrenta a su falta de deseo sexual y a los traumas, la represión y las dudas que arrastra desde el pasado. "Era importante mostrar cómo ella mira los cuerpos de los chicos en la discoteca, convertirla en sujeto de deseo y no en objeto de deseo", apunta.
"Las personas que han tenido relaciones largas de pareja, casi todas, si no son todas, han pasado por un momento de falta de deseo o de cambio"Elena Martín, actriz y directora
Durante el proceso de guion, Roquet y Martín hicieron multitud de entrevistas que ayudaron en la edad adulta, que es "la etapa más compleja". "Es desde ese sitio, cuando ya eres una persona adulta y te haces cargo de tus cosas, cuando Mila se da cuenta de que todos estos conflictos que tiene en la pareja, que con tan comunes. Las personas que han tenido relaciones largas de pareja, casi todas, si no son todas, han pasado por un momento de falta de deseo o de cambio. Cuando intentas trabajar esa sexualidad, qué deseos o fantasías aparecen", se pregunta la directora.
Esta es una de las claves de la película, en la que Mila es "un personaje de acción que está buscando e intentando entender y desgranar todo lo que ha vivido hasta ese momento", según añade la directora.
Creatura y la valentía de usar el lenguaje
Más allá del asunto del deseo sexual y todas las aristas del tema, parece que el riesgo y la valentía de Creatura está precisamente en llamar a las cosas por su nombre y usar, por ejemplo, la palabra "vulva" y resultar así casi revolucionaria. "Es algo que está en la tesis de la película. La desconexión con el deseo y con el cuerpo viene de no poder nombrar las cosas y empezar a inventarse otros nombres, esconder cosas por vergüenza o por culpa", explica la directora.
Asimismo, Martín precisa que, aunque la película evolucione desde un momento de "bloqueo" en la edad adulta hacia otro "de luz", porque considera que "la infancia es un momento muy luminoso aunque tenga momentos tristes", la película también refleja que "toda la falta de educación sexual es la que luego genera violencia machista y violencia sexual".
Preguntada por el tema de mayor actualidad de las últimas semanas, el beso de Rubiales a Jennifer Hermoso en el mundial de fútbol en el que ganó España, Martín considera que se trata de "una posición de poder en un evento oficial" en el que no cree que sea "profesional" actuar así. "Es la demostración de que todavía estamos lejos de una normalidad porque un equipo que gana un mundial debería poder celebrarlo tranquilamente", ha señalado.