Vivimos tiempos extraños: mientras miles de extranjeros aspiran a obtener nuestra nacionalidad, muchos más españoles la viven como una condena al atraso histórico y cultural. En este triste contexto, casi nadie tiene claro en qué consiste ser español, así que tiene sentido acercarse a un autor que ofrece conceptos nítidos. Me refiero al filósofo, teólogo, traductor e hispanista Manuel García Morente (1886-1942). Sea para admirarle o para rebatirle, García Morente tiene una idea muy clara de España, basada en ejemplos concretos, por eso la primera conferencia recogida en Idea de la Hispanidad (Sequitur) se abre con los cuatro momentos históricos que forjan nuestra nación, bajo su punto de vista: resistencia a la invasión romana, cuando aún no éramos un país; la dura Reconquista tras la ofensiva musulmana; la fundación del estado moderno (siglos XV a XVII); y, por último, la reacción ante la amenaza del comunismo (la más polémica, ya que defiende la necesidad del alzamiento nacional).
García Morente no es un intelectual cualquiera, sino uno de los mejores filósofos españoles de la primera mitad del siglo XX. Sus traducciones de Kant, por ejemplo, todavía se reimprimen, ya que se consideran entre las más precisas e inspiradas en nuestra lengua. En 1905 se licenció en la Sorbona, donde había conectado especialmente con los textos de Henri Bergson, en los que se apoya para construir un pensamiento propio. Alma culta y sensible, al comienzo de la Guerra Civil se refugia en París huyendo de las amenazas republicanas. Allí experimenta ‘el hecho extraordinario’: mientras escucha la pieza “La infancia de Cristo” de Berlioz, siente en su habitación la presencia del hijo de Dios, experiencia que plasma en un texto inquietante. Aunque es casado y con dos hijas, decide emprender el camino para hacerse sacerdote .
Sobre el primer momento clave para España, la invasión romana, García Morente destaca que “los hispanos opusieron al ingreso y establecimiento de Roma en sus territorios tan tenaz y decidida resistencia, que por inesperada sorprendió y conmovió profundamente a los romanos. Fueron dos siglos -durante los que Roma tuvo que mandar a España sus mejores legiones y sus más esclarecidos generales- los que duró la conquista de España a los romanos. Y en realidad cabe decir que no hubo en la contienda vencedores ni vencidos; porque, como de Grecia más tarde, podría afirmarse también de España: que el conquistado conquistó al conquistador”, celebra. No es normal que una ‘colonia’ produzca personajes tan cruciales como Trajano, Adriano, Teodosio ‘El grande’, Séneca, Lucano y Marcial. “De España fueron a Roma hombres, ideas, pensamientos, cualidades vitales y espirituales que dejaron huellas indelebles”, recuerda.
El segundo momento es la recuperación de la península, dominada por los musulmanes. Quizá “momento” no es la palabra adecuada porque hablamos de un proceso de ocho siglos. Ese trance “hubo de acentuar cada día más amorosamente, en el seno de su profunda intimidad, el sentimiento cristiano de la vida. El cristianismo desde entonces es algo consubstancial con la idea misma de la Hispanidad”, concluye. El tercer momento son solo dos siglos, pero muy productivos: el periodo desde el XV al XVII, donde España funda el Estado moderno. Constituye, por ejemplo, el modelo de ejército nacional y también aporta la figura del jefe del Estado, que supone un avance frente a la del ‘rey señor’. Además cristalizan los principios teóricos del imperialismo, que se prolonga hasta Felipe II. Recordemos que España fue el Imperio más grande de la Historia.
España contra el comunismo
El último gran momento de nuestro país, según García Morente, se está dando en los días en que se dicta la conferencia. Se refiere a la batalla contra el comunismo, que el bando nacional libró en nuestro suelo. “La internacional comunista de Moscú resolvió ocupar España, adueñarse de España, destruir la nacionalidad española, borrar del mundo la Hispanidad y convertir el viejísimo solar de tanta gloria y tan fecunda vida en una provincia de la Unión Soviética”, describe. Para nuestro intelectual, España es un auténtico “laboratorio de la Historia”, donde siempre que sufrimos una crisis respondemos con dos armas: valentía y cristiandad. “España ha sido siempre fiel a su destino histórico. Jamás ha eludido los problemas que la coyuntura de los hechos planteaba”, apunta. Un país no se entiende con cifras, sino con símbolos, y el nuestro por excelencia es el del caballero cristiano, escribe.
El debate que plantean estas conferencias, muy bien escritas y expuestas, es si podemos concebir a España como algo desligado de la cristiandad
Lo que define a un país no es su lengua, ni su raza, ni su territorio, sino el enfoque con el que afronta las encrucijadas históricas. Por eso recuerda que la primer obligación de los gobernantes es honrar ese “estilo español”. Utiliza para explicarlo el ejemplo de El Greco, un artista extranjero que enamoró al país por su capacidad de iluminar su esencia, valiente a la vez que mística, marcada por la austeridad. García Morente no da una definición de diccionario sobre España, pero sí una letanía de ejemplos que facilitanla comprensión: “los conquistadores, la estatua de Alonso Cano, los cuadros de Goya, la figura de Felipe II, el Duque de Alba, san Ignacio de Loyola, las costumbres de los estudiantes salmantinos, Lazarillo de Tormes, Don Juan Tenorio, la colonización de América, la conquista de México…”, enumera, englobándolos en “una homogeneidad indefinible, pero absolutamente evidente e innegable”.
No es España un país de calculadores ni de negociantes, sino de aventureros, como El Cid y Don Quijote, atemperado por la figura de Sancho Panza. El debate que plantean estas conferencias, muy bien escritas y expuestas, es si podemos concebir a España como algo desligado de la cristiandad. Caso de respuesta afirmativa, ¿con qué otro concepto sustancial se sustituye?
Pontevedresa
Busco este magnífico artículo porque en el programa que acaba de terminar en ElToroTv lo han recomendado, y no me ha defraudado sr, Lenore. Lo que no va a ser considerado un hito importante en la vida de España, es el negro período que estamos pasando en la actualidad.
Bluesman
Los cuatro hitos más importantes de la historia de España fueron: 1) el invento de la tortilla de patatas (sin fecha definida), 2) los tebeos de Ibáñez (allá por los 60/70 tuvieron su día), 4) la movida (años 80, y ¡qué años!), y 4) Antonio Resines describiendo al "parrillas" (actual, pero me quedo con el asador gastro-enterítico con fotosíntesis termo-adosada). Todo lo demás es ingenio de la IA.
Norberto
Falta incluir la guerra contra el invasor napoleónico. El pueblo español luchó como un sólo hombre para expulsar al invasor.