En una España a medio hacer, enfrascada en repeticiones electorales e investiduras imposibles, el sector cultural brindó a los españoles momentos luminosos. El que más, la celebración del bicentenario del Museo del Prado, una institución que, con los recursos justos (la dotación pública fue casi testimonial para el tamaño de la ocasión) consiguió verdaderos prodigios, desde el recital del pianista Lang Lang frente a Las Meninas de Velázquez hasta la realización de una exposición que reunió más de 300 dibujos de Goya procedentes de las propias colecciones de la pinacoteca y de otras públicas y privadas de todo el mundo. Durante 2019, el Prado recibió tres millones de visitantes. Más de un millón y medio accedió gratuitamente.
Tricentenaria, pero no por ello entumecida, la Real Academia Española emprendió este 2019 una serie de actividades encaminadas a colocarla en el centro de la cosa pública. El director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, entró con ganas en el cargo y presentó un plan de actividades que acercara la institución a los ciudadanos. Sus principales aliados son los literatos, dramaturgos, poetas, músicos y periodistas, el primero de ellos Carlos Alsina, que conversó con el académico y escritor Arturo Pérez-Reverte sobre su nueva novela, Sidi, en un encuentro que agotó el aforo.
Por renovación que no quede, y así lo demostró el Grupo Planeta en su más reciente premio de novela, al que insufló una transfusión de literatura. En su setenta aniversario, el Grupo Planeta robó a Penguin Random House a dos de sus autores más potentes: Javier Cercas, quien ganó el galardón con Terra alta, y Manuel Vilas, finalista por su libro Alegría. El gesto, sin duda, adquirió el tono de una ofensiva, al mismo tiempo que renovó un galardón al que lo literario comenzaba a escasearle. No hay que olvidar que el Premio Planeta es el segundo más antiguo y el mejor dotado económicamente que se concede a obras escritas en español: 601.000 euros para el ganador y 150.250 para el finalista.
Destacadísima fue la edición de este año del Festival Eñe 2019. Bajo la batuta del escritor Sergio del Molino, el encuentro literario consiguió abandonar su solipsismo y enmendar su desorden en una entrega dedicada a los contadores de historias. Enfocado en la frontera entre géneros literarios, Del Molino planteó un programa que reunió a autores, periodistas, poetas, cronistas, culturetas y demás sospechosos de escritura, quienes inundaron no sólo las salas del Círculo de Bellas Artes, sino también el Instituto Cervantes, la Casa de América y las instituciones culturales de Málaga.
EL que está a punto de acabar fue un año prodigioso, plagado de aniversarios: los 50 años de Anagrama, los 50 de Tusquets, los 20 años de Acantilado o los 70 del Grupo Planeta, una ocasión más que propicia para reediciones y nuevas miradas sobre una industria que aún afronta los retos de la tecnología y las nuevas formas de lectura, un tema ampliamente estudiado en el IV Forum Edita, un encuentro que reúne a los profesionales del sector editorial de España y el resto del mundo, para debatir los grandes retos, oportunidades y problemas del mundo del libro y la edición actual. Organizado por el Gremi d’Editors de Catalunya y la UPF Barcelona School of Management, el Forum Edita consiguió reunir a más de 30 especialistas, entre ellos el editor italiano Carlo Feltrinelli, quien señaló que hay que pensar el libro y sus cambios de la época Gutenberg a la época Zuckerberg.
La Feria del Libro de Madrid se apuntó este 2019 unas cifras récord para el sector: una recaudación de unos 10 millones de euros y un incremento en ventas del 14% con respecto al año anterior, lo que se traduce en unos 550.000 ejemplares vendidos. EL resultado se hace aún más significativo, si se toma en consideración los no pocos reveses que tuvieron sus organizadores para ponerla en marcha, debido a la insistencia de la Alcaldía, entonces dirigida por Manuela Carmena, de poner palos en las ruedas a la continuidad del Parque del Retiro como sede permanente de un encuentro que ha completado ya las 78 ediciones.
Gobiernos... ¿culturales?
Entre críticas de intrusismo, los responsables de Cultura del Ayuntamiento de Madrid pueden, eso sí, presumir de ambiciosos. El proyecto de Presupuestos del Ayuntamiento de Madrid para 2020 presentado por el alcalde José Luis Martínez-Almeida y la vicealcaldesa Begoña Villacís da un empujón de más de 30 millones de euros a la Cultura, una dotación excepcional comparada con los años anteriores. De ser aprobadas las cuentas, Cultura obtendría un 15,64% más de dotación hasta superar los 179,90 millones de euros, bastante más con respecto a los 141 que consiguió aprobar Manuela Carmena en el último año de su legislatura.
Hubo cambios sensibles en la estructura cultural. Desde la no renovación de Carmen Portaceli en teatro Español, fusionado de nuevo con Matadero, hasta las modificaciones en Conde Duque o el Fernán Gómez con el nombramiento de Laila Ripoll. Si hubo movimientos en lo local, también en la política nacional con la renuncia de la directora general del Libro y Fomento de la Lectura, Olvido García Valdés.
Escenarios
En el balance cultural del año, el Teatro Real se apunta un sobresaliente. No sólo por cerrar una temporada notable, sino por inaugurar otra incluso mejor. Si el último concierto de la temporada 2018-2019 lo ofreció el tenor alemán Johan Kaufmann en junio, en noviembre, Javier Camarena volvió a conquistar al Real con dos bises, tras cuatro minutos de aplausos, en la única función de L'elisir d'amore en la que participó el tenor mexicano. También en noviembre, la soprano Anna Netrebko, diva del orbe operístico, actuó en el coliseo madrileño junto al tenor azerí Yusif Eyvazov, su marido, y el barítono Christopher Maltman. La visita, excepcional a todas luces, no lo fue de manera tan unánime según la crítica, que acusó cierta irregularidad en la voz de la cantante.
El teatro contó con obras como La geometría del trigo de Alberto Conejero y El jardín de los cerezos de Ernesto Caballero en el Teatro Valle Inclán, Jauría/Port Arthur, de Miguel del Arco y David Serrano, en el Teatro Kamikaze con un reparto integrado por María Hervás, Adrian Lastra, Raúl Prieto y Martiño Rivas, quienes llevaron a escena la violación múltiple de la Manada durante Los Sanfermines, así como la Mrs. Dalloway y la Jean Eyre de Carmen Portacelli en el Teatro Español, o La vuelta de Nora, de Andrés Lima y con Aitana Sánchez Gijón en el Teatro Bellas Artes.
A sus 78 años, y tras amenazar con retirarse de las tablas con esta comedia, Concha Velasco dio un paso al frente con El Funeral, una obra en la que encarnaba a una fallecida diva del cine y el teatro. José Sacristán acaparó la atención del Teatro de Bellas Artes con su adaptación de Señora de rojo sobre fondo gris y Juan Echanove le echó un pulsó a Vargas Llosa con la adaptación de La fiesta del chivo, en el Teatro Infanta Isabel. Asimismo, el Festival de Teatro Clásico de Almagro alcanzó su edición número 42 con un éxito rotundo: 66 llenos absolutos y un 87% de ocupación.
El cine saca brillo a su joyero con un Alejandro Amenábar valiente y poco complaciente. En la España de los balcones y a las puertas de la exhumación de Franco, el director estrenó Mientras dure la guerra, una película que retrata a Unamuno y a la España de los primeros tres meses de la contienda de 1936. Lo hace con una mirada sobria que renuncia a los maniqueísmos y la catequesis guerracivilistas.
Pedro Almodóvar firmó un buen año y espera rematar el próximo, Dolor y gloria, su película más personal, fue seleccionada por la Academia de Hollywood como semifinalista para los premios Oscar 2020 y recibió la ovación entera de la crítica. The New York Times la calificó como la mejor película del año por encima de otros títulos aclamados como Érase una vez... en Hollywood (One upon a time... in Hollywood, en inglés), El irlandés (The Irishman) o Parásito (Parasite).
Rosalía revalida este 2019 como fenómeno en la cultura de masas. No habían transcurrido aún dos semanas desde que la artista catalana revolucionara el escenario sevillano de los MTV European Music Awards cuando arrasó en los Latin Grammy 2019. Obtuvo el premio al Mejor álbum del año por El mal querer, también el Grammy a Mejor canción urbana por su colaboración en el tema Con altura. Rosalía, que bebe mimosa con las Kardashian, se ha convertido en la artista en español con más escuchas en Spotify.