1. J.D Sallinger. El guardián entre el centeno.
Se dio a conocer con esta, su primera y única novela. Publicada, en 1951, se convirtió en un libro de referencia. Desde entonces, Sallinger se retiró de la vida pública.Después de la novela, publicó tres libros de relatos y se tiene constancia de que su último texto publicado fue el relato Hapworth 16, 1924, que apareció en 1965 en la revista New Yorker. Dos años después de su muerte en 2010, el novelista reapareció, de golpe: la biografía The Private War of J.D. Salinger, publicada en España por Seix Barral y la promesa de cinco textos inéditos le han relanzado.
2. Emily Bronte, Cumbres borrascosas.
Publicada en 1847 con el pseudónimo Ellis Bell, la novela de Bronte se considera actualmente como un clásico de la literatura. En el comienzo btuvo duras reacciones de los lectores y los críticos, que vieron en sus páginas una historia deprimente. El tiempo sin embargo hizo justicia.
3. Harper Lee, Matar a un ruiseñor.
Basada en las vivencias de su infancia, la novela fue publicada en 1960. Apenas dos años más tarde, ya había sido llevada al cine. To Kill a Mockingbird ganó un Premio Pulitzer, ha sido traducido a más de 40 idiomas, y ha vendido más de 30 millones de copias en todo el mundo. Aunque Lee escribió algunos ensayos cortos, nunca trató de publicar otra novela.
4. Margaret Mitchell, Lo que el viento se llevó.
Publicada en 1936, esta novela ambientada en la guerra civil de Estados Unidos es uno de los libros más vendidos de todos los tiempos. Ganó el Premio Pulitzer de ficción en 1937 y fue adaptado al cine en 1939. El primer año vendió 176.000 copias. A finales de 1938, más de un millón de copias. Casi 80 años después de su publicación, el libro se vende ahora un estimado de 75.000 ejemplares cada año.
5. La conjura de los necios, John Kennedy Toole.
Su incapacidad para que una editorial aceptara su manuscrito lo sumió en una profunda depresión que él decidió resolver suicidándose con monóxido de carbono. Años después de su muerte, en 1980, gracias a la insistencia de su madre, el manuscrito vio finalmente la luz. Y La conjura de los necios no sólo obtuvo el Premio Pulitzer en 1981, sino que las peripecias de su estrafalario protagonista Ignatius J. Reilly se convirtieron en la referencia de una novela de culto. Se publicó luego un libro incompleto, La biblia de neón. Sin embargo, como novela en toda regla, fue la única que publicó. Y ni siquiera pudo vivir para verlo.