Cultura

Pandemia y literatura: 6 novelas ejemplares

En ocasión de los nervios colectivos, en Marabilias hemos recopilado seis novelas que tocan directa o indirectamente la enfermedad y el contagio como argumento.

  • Personal sanitario que acudió a la casa de la enfermera Teresa Romero. (Foto: Europa Press)

No hay un solo informativo –sea BBC, NBC, CNN, Euronews o La 1 de RTVE- que no la mencione. Se cuentan los casos de contagio como quien colecciona tachuelas: apartándolas con cuidado. Porque el ébola solo dio miedo cuando pasó de África a Europa y Estados Unidos, soterrada venganza de la precariedad que viene a cobrarse, acaso, un desquite.

Hay quienes se entregan a la paranoia, acaso como reminiscencia o acto reflejo: la larga sombra de la pandemia. Porque no hay nada que entretenga más al ser humano que fantasear con el fin de la especie o la llegada del fin del mundo, prueba de ello es el advenimiento de zombies cual plaga cinematográfica. En ocasión de los nervios colectivos, en Marabilias hemos recopilado cinco novelas que tocan directa o indirectamente la enfermedad y el contagio como argumento.

Soy leyenda (1954), Richard Matheson

AMbientada en los entonces futuribles años setenta, esta novela narra la historia de Robert Neville, un hombre que ha sobrevivido a una epidemia que propagó una bacteria capaz de convertir a toda la civilización en vampiros. Vive aislado en su casa, repitiendo día tras día la isma rutina de supervivencia. Hasta que decide estudiar por sí mismo cómo se comporta la bacteria: unos son sólo portadores; del otro lado están los otros, los vampiros. En medio de esta historia de apocalipsis, Neville conocerá a una mujer infectada que trastocará por completo -y para mal- la vida de Nelville.

El amor en los tiempos del cólera (1985). Gabriel García Márquez

"Pero cuando empezó a esperar la respuesta a su primera carta, la ansiedad se le complicó con cagantinas y vómitos verdes, perdió el sentido de la orientación y sufría desmayos repentinos, y su madre se aterrorizó porque su estado no se parecía a los desórdenes del amor sino a los estragos del cólera". Sufre Florentino Ariza por amor, y es tal y tan hondo su malestar que hay quienes confunden los síntomas de su enamoramiento con los del cólera. Ariza, el hombre capaz  de esperar 51 años 9 meses y 4 días al que considera es el amor de su vida, Fermina Daza, protagoniza El amor en los tiempos del cólera, una historia se desarrolla a finales del siglo XIX y principios del siglo XX en Cartagena de Indias; en tiempos que reina la penuria y varias guerras civiles azotan al país a la vez que a las ciudades costeras llega la epidemia del cólera.

El cazador de sueños (2001), Stephen King

Publicada en 2001, este libro sirvió al escritor estadounidense para reponerse de un aparatoso accidente del coche, uno muy parecido al que sufre el profesor de historia Jonesy, uno de los protagonistas del libro. Pero hasta ahí la vida real. En la trama de El cazador de sueños, Jonesy descubre en un bosque a un hombre que se queja de fuertes dolores de estómago.Se lo han ocasionado unas frambuesas, asegura. Jonesy percibe en el cuello del hombre un moho rojo que demuestra dispepsia. Los mismos síntomas comienza a repetirse en animales. Todos están infectados con un virus que los científicos del ejército The Ripley. Ese será solo el comienzo de una invasión extraterrestre que amenaza a la especie humana.

La peste escarlata (1912), Jack London

Es un clásico memorable sobre la fragilidad de la civilización y hay quienes aseguran que con ella, Jack London inauguró el género de novela catástrofe. Todo ocurre en el que para entonces a Jack London le parecía un remoto y lejano 2013. En las principales ciudades de la tierra estalla una peste fulminante que se propaga con rapidez hasta el último rincón habitado. No hay para ella antídotos conocidos; en cuestión de días, el vano éxodo de los pobladores vacía las ciudades, devastadas por el pillaje, los incendios y la violencia. Con el paso del tiempo, unos pocos supervivientes van formando pequeñas comunidades mientras a su alrededor una vegetación asilvestrada, sin control, ahoga las zonas antes cultivadas, y los animales domésticos, con garras y dientes, tratan de asegurarse un lugar en el nuevo orden zoológico. Sesenta años después de la tragedia, el último superviviente de la peste intenta al final de su vida transmitir algo de experiencia y sabiduría a sus nietos casi salvajes, evocando un mundo que ya nadie sabe que ha perdido.

Estar enfermo (1926), Virginia Woolf.

No hay ni una pisca de ciencia ficción del tipo que hemos descrito hasta ahora, al contrario, es la pura vida imponiéndose en una reflexión sobre su fragilidad. La enfermedad, tema primordial en la existencia de Virginia Woolf, le persiguió implacablemente. Los colapsos, desmayos e intentos de suicidio se remontan a la muerte de su madre, cuando ella contaba trece años y poco después a la de su hermana Stella. El fallecimiento de su padre, Ser Leslie Stephen, le supuso una crisis nerviosa que le obligó a internarse en un sanatorio. Titulado On being ill, este ensayo  en el que se mezclan la autobiografía y el análisis literario, fue publicado en 1926 en The Criterium, una revista dirigida por de T. S. Eliot.

La peste (1947), Albert Camus

Esta es, por antonomasia, la novela que se escoge para identificar el existencialismo. En sus páginas, Albert Camus narra la historia de una epidemia que azota a la ciudad argelina de Orán, en la que  unos doctores que descubren el sentido de la solidaridad en su labor humanitaria en. Médicos,  turistas, fugitivos experimentan el miedo y la compasión. Se piensa que la obra está basada en la epidemia de cólera que sufrió la misma ciudad de Orán durante 1849 tras la colonización francesa, a pesar de estar ambientada en el siglo XX.

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