Esta entrevista comienza incluso antes de la primera pregunta. Vestido con una camiseta ceñida y unas zapatillas de colores, el pintor Antonio de Felipe se pasea a sus anchas. Habla, gesticula, se hace preguntas que él mismo responde. Son las doce de la mañana de un martes y en los pasillos contiguos, algunas señoras inspeccionan edredones, escogen un sillón, miran ropa de cama. Resulta extraño dar vueltas por una galería de arte plantada en una tienda por departamentos. Se trata del Espacio de las Artes del Corte Inglés, en el número 85 del Paseo Castellana, un proyecto dirigido por María Porto, hoy conocida marchante de arte, una mujer que comenzó como recepcionista de Malborough para terminar -cinco años después- al frente de esta, y actual esposa del político Francisco Álvarez Cascos.
En la muestra que se exhibe hasta finales del mes de noviembre, De Felipe muestra desde sus series más tempranas, como las que forman parte de Logotipos, sus versiones de Las Meninas de Velázquez, pasando por Vacas –“yo las hice antes de toda esta moda del Cow Parade”, aclara- también las Marilyn de Cinemaspop, sus ya sonadas y conocidas versiones de Audrey Hepburn –“me las ha copiado todo el mundo, tengo un montón de plagios en El Rastro- o sus retratos de Madona de la serie Lpop… “Yo empecé a hacer Pop cuando ya nadie lo hacía y era un estilo absolutamente desprestigiado, porque en España ni se ha hecho, ni se entiende el Pop”, espeta con palabras atropelladas, veloces, simpáticas.
Él, dice, ha ido siempre a contracorriente y ha hecho de esa costumbre su santo y seña. Sus obras han formado parte de las películas de Pedro Almodóvar o decorado los platós de series televisivas como Aquí no hay quien viva y Un paso adelante. En 2004, en Valencia, su ciudad natal, fue protagonista de una sonora polémica coincidiendo con la exposición Cinemaspop -en la Sala Parpalló del Muvim- después que el IVAM adquiriese una serie de sus Marilyns. En aquellos días, Francisco Camps se refirió a él como “su pintor favorito”. Y entonces se armó la polémica. Así lo cuenta, relajado, ya no en el espacio que dirige MaríaPorto, sino en una cafetería tan cutre como concurrida, en la que bebe una Coca-Cero y da vigorosos mordiscos a una tapa de pan con mortadela.
Él, dice, ha ido siempre a contracorriente y ha hecho de esa costumbre su santo y seña. Lo de Camps, insiste, fue hace ya mucho. Y ni siquiera le conoce.
-La crítica le acusa de hacer un arte fácil.
-No lo es en absoluto. Esto es Pop. Yo me nutro de iconos populares que pertenecen a la iconografía general. Mi cemento para construir mi pared son materiales que están al alcance de todos, pero hay que saber construir esa pared sin que se caiga; y con sentido. Eso, te aseguro, no es nada fácil. Lo que me gusta es que cuando la gente vea un cuadro mío, por ejemplo el de Blanca Nieves o Tintín, vea un cuadro fácil. Eso es un éxito para mí. Le gente piensa 'qué bien hecho, qué fácil, qué rápido' y eso no es así. Hay que darle muchas vueltas a las cosas. El Pop no es nada fácil.
-En el siglo XXI el Pop no produce problemas, está completamente metabolizado.
- La tradición Pop que hemos arrastrado en la americana, no española . Aquí en España no ha habido un Tàpies del Pop, ni un Antonio López del Pop ni un Barceló del Pop. Ha habido honrosas excepciones, Equipo Crónica o Eduardo Arroyo, pero un artista abiertamente Pop con una trayectoria sólida de muchos años no lo ha habido. Llevo casi 25 años en esto y no estaba nada de moda cuando empecé. Iba a contracorriente. También, por la rabiosa potencia que tienen las imágenes Pop, no admiten tibiezas. Y eso es un riesgo.
"En España no ha habido un Tàpies del Pop, ni un Antonio López del Pop ni un Barceló del Pop... Yo fui el primero en hacer Pop"
-Sí, pero espere…
-Ya va, tú ves el Pop americano y carece de intención. Se limitan a superponer imágenes sin sentido. Mi obra tiene un sentido irónico muy fino. Hay una intención muy clara, no sólo de decorar no sólo una pared.
-Pero sus cuadros se venden en todas las tiendas de decoración… incluyendo esta muestra en un espacio rodeado de nórdicos y muebles.
-Una obra de arte puede tener muchos registros. Gracias a las serigrafías los hijos de mis clientes ahora son fans míos. Las serigrafías, que cuestan alrededor de 600 euros, están bien editadas y pueden ser adquiridas por un joven coleccionista. Difundir tu imagen es positivo. Sí, el Pop funciona es verdad. Pero yo no busqué al Pop, el Pop me buscó a mí. Pero yo estoy muy orgulloso, ¿eh? Un Pop mal pintado canta mucho y además tiene que haber una intención. Esas dos cosas requieren un gran esfuerzo.
No le molesta que le acusen de artista comercial: "Una obra de arte puede tener muchos registros".
-Pensando en Alex Katz y sus retratos…
-¡Ay me encanta Alex Katz! –da un segundo mordisco al trozo de pan con mortadela-… Una de mis bazas es el retrato. Desde pequeñito lo que más me gustaba era pintar caras, siempre mirando a los clásicos: Dalí, el Discóbolo, Velázquez y les rindo homenaje. Además de estudiar Bellas Artes, de niño me ví todos los museos del mundo con una enciclopedia de pinacotecas que me regalaron mis padres, eso me marcó. Y es mi influencia más evidente.
- Hablando de retratos... Francisco Camps dijo que usted era “su pintor”. ¿Le hizo alguno?
-Vamos a ver, Camps era fan mío desde antes de ser presidente de la Generalitat Valenciana. Si soy un artista valenciano… ¡no es ningún delito! Los artistas estamos vinculados a las galerías o a los políticos. No depende de nosotros. Si expongo en un sitio público, me da igual si es del PP o PSOE, muchas veces no sé quiénes son. Pero claro, me asocian con él. Si Julián Muñoz me hubiese llamado para hacer un retrato, lo hubiese tenido que hacer. ¡Ese no es problema mío!
"Si Julián Muñoz me hubiese llamado para hacer un retrato, lo hubiese tenido que hacer. ¡Ese no es problema mío!"
-La Asociación de Galeristas de la Comunidad Valenciana dijo que usted era el peor artista contemporáneo de Valencia.
-Lo decían por envidia, porque el IVAM me compró unas obras.
-Bueno, se dijo que no de la manera más rigurosa.
-A mí me llamó el director del IVAM Kosme Barañano y me dijo que quería comprar una serie de obras ¿Qué iba a decir? 'No te la vendo porque sé que voy a molestar a los galeristas valencianos; les va a dar un ataque de envidia' ¡No puedes contentar a todo el mundo!
"A esos galeristas que no apostaron por mí les da rabia. Imagínate, quien no le dio su primer papel a Penélope Cruz y ahora la ve en Hollywood, se molesta, ¿no?"
-Bueno, pero eran 19 galerías las que elevaban esa crítica, ¿alguna razón habría no?
-Decir que mi obra carece de ingenio y técnica, no te lo acepto. Puedes decir que no te gusta. Pero que no tiene ironía y que no tiene técnica, ¡eso no! Es evidente que hablan con despecho. No creo que sea el peor artista de la comunidad valenciana. De eso hace ya diez años, pero cada vez que se escribe mi nombre en la prensa valenciana aparece ‘el artista favorito de Paco Camps’, oye, ¡por favor! En valencia creen que soy quien soy gracias al apoyo del PP. Yo tengo en mi curriculum más de 80 exposiciones individuales, muchas en Europa. En Valencia tengo apenas tres. Pero hay gente que me quiere, y por eso haré allí una muestra el año que viene, para celebrar mis 25 años de trabajo. Yo soy de los pocos que vive únicamente de su trabajo. No me cayó la lotería. Desgraciadamente en este país hay mucha envidia. A esos galeristas que no apostaron por mí les da rabia. Imagínate, quien no le dio su primer papel a Penélope Cruz y ahora la ve en Hollywood, se molesta, ¿no? Pues te jodes. Hay mucha envidia, una cosa muy española, muy malsana –da otro vigoroso bocado al montadito de mortadela, ‘me encanta’, dice-.
-Ha tocado usted muchos registros, desde acrílicos, pasando por serigrafías...
-¡De todo! He hecho camisetas, cortinitas de continuidad, vajillas, portadas de dominicales, la portada del disco de Manolo Escobar. Si me hacen una propuesta que se adapte a mi trabajo, la acepto. Me encantaría hacer moda.
-Vamos… que a usted no le sonroja vender, ni que le señalen como comercial.
-En absoluto. Yo vivo de esto. Tengo dos partes: la artística y la comercial. Pero cuando estoy creando nunca estoy pensando en la comercial.
"Me gustaría retratar a Letizia, porque del Príncipe hice uno mucho muy chulo. Me lo encargó ABC cuando él cumplió 40 años".
-¿Qué personaje público le falta por retratar?
-Letizia, porque del Príncipe hice uno mucho muy chulo. Me lo encargó ABC cuando él cumplió 40 años. Querían que un artista de su generación le retratase… Hay mucha gente. El retrato es un reto y me encanta. Lo he hecho desde siempre. Yo pinté a Lola Flores también. A Manolo Escobar le hice un retratazo. He hecho a mucha gente, incluso a gente anónima. Porque no hay dos retratos iguales.
-¿Hay algún personaje de la vida española que le parezca pop?
-¡Te diría que ninguno! La efervescencia de los ochenta en Madrid ha desaparecido un poco…
"Es que en este mundo hay mucho advenedizo, porque yo creo en las trayectorias a largo plazo".
-¿Retrataría a Bárcenas?
-No. Intento mantenerme alejado de la política. No pertenezco a ningún partido político. Si así fuera, estaría en mi derecho. ¡Pero nunca he hecho eso!
-Camps terminó haciéndole la puñeta nombrándolo su pintor de cabecera.
-Yo era su pintor favorito, compró un cuadro mío a plazos cuando era algo en el senado. No es que sea algo así como el favorito del Rey. Sólo he visto a Camps en las exposiciones… Es que en este mundo hay mucho advenedizo, porque yo creo en las trayectorias a largo plazo.