La crítica se la ha despachado de un bocado: es una película gris y llena de omisiones. Tampoco entusiasmó a la taquilla. Se trata de Jobs, el biopic de Joshua Michael Stern sobre Steve Jobs, el fundador de Apple, interpretado en esta ocasión por Ashton Kutcher. La película, de corte independiente, narra la vida del directivo de Apple desde 1971 hasta el año 2000, es decir, la fundación de la empresa junto a su compañero Steve Wozniak, la creación del ordenador Apple I, su salto al éxito y su posterior caída con la llegada del nuevo milenio, poco antes de su nueva etapa de triunfo a raíz del iPod y iTunes.
Tras su estreno en agosto en Estados Unidos, el filme llegó a ser definido por la prensa especializada como “un publirreportaje de dos horas”. Apenas recaudó 6,7 millones de dólares durante su primer fin de semana y difícilmente consiguió el séptimo lugar de la taquilla. Incluso, Steve Wozniak, el cofundador de Apple, puso en duda la veracidad de la cinta, al afirmar en una entrevista con Bloomberg que el filme tiene “varias cosas equivocadas”. Según explicó, “la película glorifica excesivamente a (Steve) Jobs, sin tomar en cuenta sus fallas como joven emprendedor y sin entregarles crédito a las otras personas que estuvieron involucradas en los comienzos de la compañía”.
Detrás del producto final hay una historia accidentada. A los pocos días del fallecimiento de Steve Jobs, en octubre de 2011, se anunciaba la preparación de una película sobre su vida. El guión ya había empezado a escribirse antes de su defunción, y para su documentación se habían usado las mediatecas así como entrevistas a trabajadores de Apple que habían trabajado con él. El resultado fue un guion que tuvo que pulir páginas y concentrarse en un periodo de su vida. Kutcher visionó horas de vídeos del fundador de Apple para meterse en el papel y poder interpretarlo de la mejor forma posible. Llegó incluso a someterse a una estricta dieta basada en la ingesta de frutas y frutos secos —la misma que en su día siguió Steve Jobs— que hizo que el actor acabase enfermando pocas semanas antes de empezar el rodaje.
Jobs no es la primera película basada en la vida del gurú de Apple. En 1999 se estrenó Piratas de Silicon Valley, una cinta que relata el inicio del negocio de los ordenadores personales desde el punto de vista de la rivalidad de Steve Jobs y Bill Gates. El guionista Aaron Sorkin (Algunos hombres buenos, La red social, The Newsroom) prepara ya un texto para otro largometraje sobre Steve Jobs, a cargo de Sony Pictures, que estará basado en la biografía autorizada escrita por Walter Isaacson y que cuenta con Wozniak como asesor. Sorkin adelantó que el guión se centrará en tres bloques de 30 minutos en tiempo real que reflejarán los instantes previos a tres importantes presentaciones de productos de Apple.