El grupo parlamentario socialista ha pedido la comparecencia ante la Comisión de Cultura del Secretario de Estado, José María Lassalle, para que explique por qué no compareció la anterior directora general del ICAA, Susana de la Sierra, a pesar de que así fue solicitado dos veces.
La petición, registrada por el grupo parlamentario, solicita que Lassalle explique "las razones por las que no se realizaron por parte del Gobierno las actuaciones conducentes a la comparecencia en la Comisión de Cultura del Congreso, durante el tiempo de su mandato, de la ya dimitida directora general".
El Grupo Socialista había pedido en dos ocasiones -en noviembre de 2013 y en marzo de 2014-, la presencia de Susana de la Sierra, que dejó su cargo el pasado 17 de julio, con el objeto de conocer la situación del nuevo modelo de financiación para el cine español comprometido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. La oposición pide ahora que sea el secretario de Estado de Cultura el que acuda en su lugar para dar cuenta del asunto.
El affaire De la Sierra y la pelea de los productores
La directora general del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), Susana de la Sierra, presentó hace 15 días su dimisión al frente del cargo en el que llevaba desde enero de 2012. El motivo que habría precipitado la marcha de Sierra: sus desencuentros con el ministro Cristóbal Montoro a raíz de la reforma fiscal puesta en marcha hace unas semanas: la industria esperaba desgravaciones del 30%, cuando en realidad se aprobó un 20% de desgravación para el primer millón invertido y de 18% para el resto.
Su salida sirvió de prólogo para el descalabro de los productores, que apenas ocho días depués de su dimisión, sufrió una fractura más que importante. En su Junta General Extraordinaria, la Asociación Madrileña Audiovisual (AMA) decidió en abandonar FAPAE, que actúa como confederación del sector audiovisual en España. Valga decir que la separación de AMA no era para nada anecdótica: es de las asociaciones más numerosas con 44 productoras.
Que en una misma semana la responsable del Gobierno tirase la toalla entre recriminaciones a Hacienda –ella decía no encontrar voluntad política- y que la asociación más grande de las que integran la patronal abandone el barco al dar por perdido todo cuanto se ha hecho, algo significa. Sin embargo una cosa queda clarísima y corona en obviedad. En el sector cine la tensión sube de grado. El movimiento de una roca produce el desprendimiento de otra.