Un informe de la Fundación Ideas considera que si las industrias culturales y creativas no se vieran afectadas por recortes presupuestarios podrían generar hasta 42.000 empleos en los próximos 4 años, mientras que con los ajustes económicos "que parece aventurar el Gobierno" se perderán, calcula, 60.000 trabajos.
Así se expone en el informe "Las industrias culturales y creativas: un sector clave de la nueva economía", que ha sido presentado en Madrid por esta institución vinculada al PSOE dentro de unas jornadas sobre la cultura como motor de empleo.
Elaborado a lo largo de un año por Javier Bonilla Arjona y Reyes Maroto, este análisis augura que las industrias culturales y creativas "están llamadas a jugar un papel de primer orden en la competitividad de la economía española y en la transición hacia el nuevo modelo productivo".
Los expertos recuerdan que juegan a favor de este sector en España factores como la riqueza cultural e idiomática que posee el país, el "notable" margen de desarrollo que ofrece la demanda nacional de productos y servicios relacionados con la cultura y lo avanzado de los procesos de digitalización masivos.
También alude a la globalización, que "está suponiendo un cambio de escala en los negocios", por lo que sitúa el futuro de las empresas culturales españolas en "la especialización y diferenciación de productos y servicios".
Por contra, advierte del freno que supone para este sector "su fuerte dependencia de la inversión pública", en especial en un contexto de crisis económica como el actual.
Frente a esta situación y para mejorar el acceso a la financiación de las pequeñas y medianas empresas culturales, el informe aboga por fomentar su acceso a intermediarios financieros especiales como Bussines Angels, Venture Capital e Innovation Vouvhers, y por establecer líneas de crédito ICO para apoyar a creadores y emprendedores culturales.
Apuesta asimismo por "nuevos modelos de gestión integrada" y por "una mayor supervisión y evaluación de la efectividad de los mecanismos financieros públicos" en las industrias culturales, especialmente en el sector audiovisual, "con un replanteamiento del papel de las televisiones públicas como motor del sector".
Otra de las recomendaciones del informe pasa por revisar y modernizar los programas educativos para asociarlos al nuevo modelo de las industrias culturales y de creación, "donde lo tecnológico y lo creativo son activos fundamentales".
Considera asimismo que es preciso resolver los problemas de dimensión del sector, caracterizado por "una notable atomización del tejido empresarial" y apostando por la colaboración entre compañías como estrategia para ampliar su tamaño.
Por último, el informe señala como necesaria "una mejor gestión del talento, así como desarrollos normativos en materia de propiedad intelectual, unificados en la Unión Europea y en la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, que aporten el marco adecuado a la generación de nuevos derechos y la adaptación de los existentes".