Fue la mayor promesa electoral de los populares en materia de cultura. José María Lassalle, actual Secretario de Estado de Cultura, fue su principal propulsor y, al parecer, el mayor responsable de su ahogamiento. Al menos por omisión y pasividad, actitudes en las que se prodigó incluso para comunicar que aquella, la ley que tanto promocionó, ya no saldrá adelante. Lo ha confirmado el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes en una nota oficial: no habrá legislación en la materia, todo lo relativo a mecenazgo será regido por el Ministerio de Hacienda.
“Ante las dudas generadas sobre si va a haber una nueva Ley de Mecenazgo, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte quiere señalar que este proyecto de ley ya está incluido en la reforma fiscal que actualmente está en tramitación parlamentaria y que previsiblemente entrará en vigor en 2015. Con ello se cumple el objetivo que se marcó el Gobierno de aumentar los incentivos fiscales para impulsar una mayor participación de la sociedad civil y empresarial en las actividades vinculadas a la Cultura”, asegura el comunicado, que valora “positivamente” la noticia. ¿Cuál? ¿La de la pérdida de competencias de Cultura ante Hacienda?
El comunicado que admite como magnífico el incumplimiento de un punto central del programa de gobierno en materia de cultura no fue ni siquiera una divulgación voluntaria –hasta hace una semanas Lassalle alimentaba el canturreo: ya viene la ley de mecenazgo, ya viene la ley de mecenazgo- , sino una manera de apagar el fuego encendido este miércoles en la mañana por el director del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem), Miguel Ángel Recio, quien aseguró que no habría ley de mecenazgo. Sería la reforma fiscal, en trámite parlamentario, la encargada de incorporar lo relativo a las donaciones de ciudadanos y empresas a la cultura.
Algo parecido había insinuado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro este verano. "La ley de mecenazgo vendrá dentro de la reforma tributaria que está planeando el Gobierno", dijo tras ser preguntado en el pleno del Senado sobre "qué pretendía hacer" con el IVA cultural. Esas declaraciones fueron hechas el 8 de agosto.
No hay una ley, como dijimos; pero no está mal…
Varios son los puntos positivos que el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes destaca como "positivos": en el ámbito del IRPF, incrementa los porcentajes de deducción general del 25 al 30% con efectos desde el ejercicio 2016; asegura que se potencia el micromecenazgo a través de dos tramos de deducción en el IRPF: los primeros 150 euros se aplica un tipo del 75% y en los restantes un tipo general del 30%.
Según el comunicado, "en el ámbito del Impuesto de Sociedades, también se favorece la fidelización del inversor en Cultura, ya que supone para los beneficiarios una bonificación adicional de 5 puntos hasta el 40% en 2016 sobre la ordinaria en éste impuesto que actualmente es del 35%".
El proyecto de reforma fiscal aporta, según la versión difundida por Cultura, otros beneficios para las Artes Escénicas y la Música, entre ellas, una deducción del 20% los gastos realizados en la producción y exhibición de espectáculos en vivo de artes escénicas y musicales. En el caso de la Cinematografía y el Audiovisual, el proyecto de reforma fiscal incluye: deducción del 20% para el primer millón de inversión y del 18% para el exceso, con un límite de la deducción de 3 millones de euros; una deducción para atraer rodajes del 15% de los gastos realizados en España por grandes producciones extranjeras, con un mínimo de gasto de 1 millón y un límite de la deducción de 2,5 millones por cada producción.
Lectura política: Lassalle pincha, Montoro vence
Después de haber sido señalado por el sector este lunes a causa del descontento despertado por el la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, a José María Lassalle le lloverán ahora los reclamos tras el anuncio de la posposicón de una Ley que él mismo promocionó por activa y por pasiva.
Y sin embargo, parece, como señalaban algunos portavoces del sector del cine, que en Cultura manda Cristóbal Montoro y no el ministro José Ignacio Wetrt, mucho menos el secretario de Estado. El “ministro de Hacienda hace las veces de cultura, mientras el de cultura permanece en silencio", era la sensación de muchos. Un malestar que sin duda crecerá, ante los contantes incumplimientos de un sector que solo pide una cosa: bajar el 21% de IVA y más opciones legales para financiarse. Ninguna de las dos peticiones han sido atendidas.
